El TAS tiene ahora la palabra

Este miércoles todos los involucrados en la resta de puntos a Bolivia expusieron sus argumentos en una clásica colisión de la forma y el fondo. El máximo tribunal deportivo del mundo decidirá de aquí al 31 de agosto buena parte del destino de Chile en las clasificatorias rumbo a Rusia 2018.

Las cartas están sobre la mesa. Hechos los alegatos correspondientes, Chile y Perú deberán esperar hasta el 31 de agosto como plazo máximo para saber si mantendrán los puntos otorgados a ambos por la FIFA que castigó a Bolivia por haber incluido indebidamente al paraguayo nacionalizado Nelson Cabrera en los partidos jugados contra sus rivales acusadores.

Este miércoles el Tribunal de Arbitraje Deportivo, más conocido por su sigla TAS (Tribunal Arbitral du Sport en francés) escuchó en su sede de Lausana (Suiza) los alegatos de todos los países involucrados en este diferendo que llegó a sus manos luego de que Bolivia impugnara el fallo de la FIFA que le multó y restó el punto obtenido ante Chile en Santiago y los tres ganados en La Paz contra Perú.

Como es natural, todas las partes -la propia FIFA, los tres países directamente implicados en el caso y los que se subieron al carro para impedir que Chile retenga los dos puntos (Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia y Ecuador)- dijeron estar satisfechas y esperanzadas luego de exponer sus fundamentos ante el comité arbitral del TAS.

«Evaluamos bien la exposición de Chile. Estaba en línea con la defensa de FIFA y la Federación de Perú. Entendemos que los árbitros recibieron de buena forma los argumentos presentados por Chile, lo cual es bueno y está dentro de las expectativas que nosotros esperábamos al momento de diseñar una explicación metódica y robusta que diera cuenta debidamente de los argumentos que tenemos como Federación, y que fueron ratificados en dos instancias anteriores por FIFA”, dijo, por ejemplo, Sebastián Moreno, secretario general de la ANFP.

Tras criticar que, desde su óptica, Bolivia alegó contra la formalidad del fallo de la FIFA, Moreno añadió que “nuestros argumentos fueron categóricos en expresar, tanto en forma como fondo, las pretensiones explicadas por la federación chilena y peruana, avalados por la línea argumental de la FIFA razón (por la) que debía ratificarse los dos fallos obtenidos por anterioridad en sede FIFA”, subrayó.

A su vez, el presidente de la federación boliviana, Marco Peredo, desmintió haberle cedido minutos a Argentina para reforzar “políticamente” su postura. “De hecho, Bolivia fue la federación que mayor cantidad de minutos empeló para exponer su postura, al margen, por supuesto, de la defensa expuesta por la FIFA”, dijo.

Se trata de un caso que confronta al fondo con la forma. Ni siquiera Bolivia refuta que faltó al reglamento FIFA al hacer jugar a Cabrera con tres años de nacionalidad en circunstancia que el mínimo son cinco. En eso se afirmó la FIFA para dar por triunfadores a Chile y Perú.

El riesgo reside en la forma. Al menos en el caso chileno, el reclamo ante la FIFA se hizo vencido el plazo de 24 horas después de acabado el encuentro cuestionado, como lo exige el reglamento de las clasificatorias sudamericanas.

Es un detalle que puede ser crucial. Toda acción judicial contiene plazos máximos de presentación que, de no ser cumplidos, la invalidan. Solo bajo situaciones excepcionales se admite la apertura de un juicio después de excedidos los límites temporales. Ha ocurrido en Chile con las investigaciones por desapariciones ocurridas en dictadura. Pero para ello los jueces que decidieron hacer justicia debieron apoyarse en una figura legal del secuestro permanente, puesto que sin la aparición de los restos de las víctimas no podía decretarse su muerte y, en consecuencia, la prescripción correspondiente.

Para nuestra suerte, la FIFA obvió el reglamento del clasificatorio sudamericano –que hacía extemporáneo el reclamo chileno- y aplicó su propio sistema disciplinario que no obliga al plazo de 24 horas.

A riesgo parecer impopular, una pregunta lógica es ¿de qué sirve que una confederación continental elabore códigos específicos para una competencia si estos pueden ser después sobrepasados o anulados por la FIFA?

Hasta hoy –en el afán de defender el supremo interés patrio de llegar a Rusia 2018- no ha habido mucho espacio para ese debate.

Ahora habrá que esperar el criterio del TAS, el máximo tribunal deportivo del mundo, creado por el expresidente del Comité Olímpico Internacional, el español Juan Antonio Samaranch para zanjar disputas a propósito de los Juegos Olímpicos de 1984.

A diferencia de la FIFA, el prestigio del TAS se mantiene incólume gracias a la independencia que ha demostrado a lo largo de 33 años. Sus fallos inapelables no han causado escándalos, como sí los han provocado no pocas decisiones de la FIFA, la última de ellas, la vergonzosa reducción del castigo aplicado inicialmente a Lionel Messi por sus insultos a un juez de línea en el último encuentro disputado con Chile.

En este tipo de casos suelen actuar tres árbitros escogidos de un amplio panel de expertos, que en el caso del fútbol llega a 92 miembros. Solo una vez el TAS revirtió un fallo de la FIFA. Pero se trató de un caso menor, ocurrido en 2013, cuando anuló una multa aplicada a Bulgaria, cuya dirigencia fue acusada por la FIFA de no haber impedido cantos xenófobos en un partido de selecciones.

Al revés, el TAS sí apoyó a la FIFA en el reclamo del expresidente de la FIFA, Joseph Blatter, contra la suspensión de seis años aplicada por el órgano rector del fútbol por los casos de corrupción. El suizo apeló en agosto del año 2016 al TAS, el que en diciembre pasado ratificó la sentencia de la FIFA.

En el tenis, recientemente el TAS acogió el recurso presentado por la tenista rusa María Sharapova, sancionada con 2 años fuera de las canchas por haber dado positivo en control antidopaje. El organismo le redujo la pena a sólo 15 meses.

En el ciclismo, en 2012 el TAS sancionó al ciclista hispano Alberto Contador con dos años por su resultado adverso por clembuterol durante el Tour de Francia del año 2010.

Como se ve, hay fallos para todos los gustos. Incertidumbre pura.

En no más de 57 días sabremos si podremos paladear el seguir cuartos en la tabla de posiciones, con 23 puntos, o si quedaremos quintos detrás de Argentina, con 21, obligados a remar desde atrás para volver a tierras rusas dentro de un año.