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El tenis chileno se cae a pedazos

Digo dependencias de la Fetech, pero ni siquiera eso está seguro: recordemos que el Servicio de Vivienda y Urbanización informó, a través de un acta, que «existen incumplimientos que impiden otorgar el comodato requerido y en virtud que dicha situación no se ha resuelto, se ha determinado poner término a la gestión del mismo».
 
Por otro lado, la historia de siempre: no hay consenso. Cuento viejo, el cual está añejándose durante décadas por responsabilidad de un grupo que toma decisiones a puertas cerradas y ha sido partícipe de muchos errores que han llevado al tenis (en conjunto) al estar colgando y a punto de caer en el abismo. Ya con una pérdida de alrededor de mil 300 millones de pesos, sólo en el 2015, entre inconvenientes con proveedores, el no pago del impuesto IVA en tres años tributarios completos, la deuda de cerca de 120 millones de pesos chilenos con el Servicio de Impuestos Internos y la mala utilización de los dineros entregados por el Instituto Nacional del Deporte (IND) hacen de la situación algo preocupante y que debe ser subsanado a la brevedad. ¿Es necesario seguir esperando?
 
Claro, estos actores que forman parte de la presidencia de las asociaciones no logran llegar a un acuerdo justo, que les permita nombrar a un presidente, más allá de lo que se formaliza en el papel. Ahora bien, el problema es otro: cualquier cambio de estatuto debe realizarse con una directiva establecida “democráticamente” en la Fetech y no la hay.
 
Siento que uno de los temas que nos lleva a seguir estancados en los nombramientos de gente que realmente pueda aportar a la actividad, es la escasez de rotación en los cargos. Si hay un lugar cercano a la eternidad, esa es la presidencia de las asociaciones de tenis. Perpetuidad absoluta, escasez de información “transparente” y, por cierto, un enorme afán de hacer las cosas de manera antojadiza. Hoy estamos en manos de ellos y sus resoluciones.
 
Por lo pronto, no hay nada claro y los dos candidatos ni siquiera cumplen con un requisito mínimo que es el de pertenecer a un club y, junto con ello, la permanencia mínima de un año en un cargo directivo. Ello echa por tierra las opciones que parecen más viables en la actualidad: Roberto Ossandón y Miguel Miranda.
 
Ossandón tiene su origen en el Club Santiago y actualmente pertenece a la Asociación Metropolitana de Tenis Oriente (AMTO). Además de su reconocida trayectoria como tenista, fue uno de los precursores de la “familia del tenis”, concepto que tuvo como punto neurálgico la oposición a la nacionalización por gracia de Horacio de la Peña. Su nombre ha emergido como una de las opciones más viables para iniciar un proyecto, pese a que él prefiere ser cauto: “No me quiero adelantar con planes, porque deseo ver qué hay dentro de la Fetech. Lo responsable es analizar, planificar, priorizar y proyectar. Por otra parte, también es vital darse el tiempo para contar con un equipo de personas jugadas por el tenis y de absoluta confianza, solo así podremos enfrentar este duro desafío de volver el tenis al lugar dentro del deporte nacional que nunca debió perder.”
 
Por su parte, Miranda asoma como otra de las alternativas para eventualmente llegar a la presidencia de la Federacióbn. Al menos, un correo electrónico distribuido entre las asociaciones a lo largo del país, lo postulan como el hombre idóneo para asumir ese cargo.
 
Sin embargo, reconoce que Roberto Ossandón es “una alternativa súper viable y si cuenta con el apoyo de los referentes del tenis, no tendría mucho que hacer.  Lo que no quiero es crear dualidad, desconozco si saben de mi propuesta, pero si hay ese consenso es muy bueno. Ahora bien, es muy importante que estos actores se puedan involucrar con opinión y gestión”.
 
Y en realidad hasta las oficinas del abogado han llegado todo tipo de actores ligados al tenis para solicitarle que acepte este desafío. Otros lo han llamado o enviado mensajes de apoyo desde el extranjero, como Hans Gildemeister, Nico Massú, Sergio Cortés, Paul Capdeville y varios otros, todos muy preocupados por el penoso presente que vive el deporte más exitoso en Chile. Incluso, el propio «Chino» Ríos ha manifestado que también lo apoya. En resumen, la plana mayor del tenis se le ha acercado, con la mejor de las disposiciones.
 
Ambos tienen buenas propuestas, pero no son de consenso a la hora de entrar a las urnas. Ni siquiera existe la posibilidad de contar con “ministros de fe”, que desde su neutralidad y ecuanimidad puedan hacer más transparente y certificable el proceso. En definitiva, se pretende generar una mesa de trabajo, la cual en unos meses pueda organizar y ordenar algo con el interventor y dejar todo en manos de una nueva directiva y tener, así, atribuciones y operar e iniciar cualquier tipo de propuesta para subsanar lo anteriormente descrito.
 
El problema de dilatar tanto este nombramiento, más allá de las deudas y los problemas de infraestructura y proyectos serios que sustenten y lleven a desconectar del respirador artificial el tenis de un país que ha tenido números uno del mundo en juniors, profesional, seniors y silla de ruedas; que ha sido finalista de Copa Davis, con medallistas olímpicos de oro, plata y bronce, y ha destacado con importantes nombres en la historia de este deporte y ahora está en una incómoda situación, es que ya la Federación Internacional de Tenis (ITF) nos ha entregado un ultimátum.
 
En concreto, el presidente de ese organismo internacional, el estadounidense David Haggerty, envió una carta a la asamblea de la orgánica y al administrador externo, Cristián Ramírez Tagle, manifestando su inquietud por la situación.
 
“Para el bienestar y el futuro de la CTF (Chilean Tennis Federation, por sus siglas en inglés) debe tomarse una acción inmediata. El papel de la ITF no es tener una relación diaria con los miembros de las autoridades gubernamentales que representan al tenis chileno y entiendo que el administrador Cristian Ramírez no tiene la intención de continuar por más tiempo y su misión es poner en orden lo antes posible la situación económica y financiera de la Federación de Chile y dejar a una nueva directiva de la federación para que ejecute las actividades de tenis en Chile”, es la traducción del segundo párrafo de la misiva a la que El Mercurio tuvo acceso.
 
“La ITF envía esta carta de recomendación indicando que espera que la CTF normalice su situación y elija una nueva junta directiva tan pronto como sea posible. Es muy importante que los presidentes de las Asociaciones asuman el liderazgo en sus manos al tener una nueva elección y convoquen a una nueva reunión para llevar a cabo las elecciones del nuevo directorio. Le he pedido a mi colega y miembro de la Junta de la ITF, Sergio Elías, que les comunique este importante mensaje para el desarrollo del tenis en Chile”, añade Haggerty. Ojo: con esto, estaríamos imposibilitados de recibir fondos para desarrollo de torneos y tener problemas incluso a nivel Copa Davis. En época de déficit económico, eso sería fatal.
 
Lo comenté en su momento: tristeza, amargura, rabia e impotencia… La situación del tenis chileno se ha hecho insostenible y lamentablemente por todos aquellos personajes que han hecho malos manejos y han dañado la convicción de muchos chicos que sueñan con competir en el circuito profesional, otros que andan con lo justo buscando oportunidades en Europa y aquellos que batallan día a día en el circuito tratando de sobrevivir de una actividad que se está cayendo a pedazos.