Honduras, eterna promesa del fútbol centroamericano

Clasificó a tres mundiales, ganó un torneo continental y siempre mostró valores llamativos. Pero nunca ha podido dar un salto mayor.

Tal como Costa Rica, el último verdugo de la Roja, Honduras se presentará este martes 20 en Temuco en medio de un período negativo, impropio de la historia que ha construido a lo largo de décadas en Norte y Centro América.

Hasta su victoria 1-0 sobre Panamá la misma noche que Chile caía ante Costa Rica, la selección catracha no había conocido la victoria durante este año. Derrotas ante Corea del Sur (0-2) y El Salvador (0-1) y un empate frente a los Emiratos Árabes Unidos (1-1) conformaban un escenario inquietante.

Ahora, después del estrecho triunfo sobre los panameños, seguramente los hondureños buscarán consolidar ante la Roja una recuperación que les devuelva la confianza y los prepare para encarar el desafío de llegar a su cuarto mundial.

No es este equipo, sin embargo, uno que parezca estar a la altura del que clasificó a España 1982 o a Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

Aunque esas tres presentaciones siempre la relegaron al último lugar de su grupo, Honduras lució -especialmente en sus dos primeras apariciones- un fútbol que llamó la atención por su calidad técnica y velocidad.

Especialmente elogiado fue su debut en España, mundial al que llegó respaldado por su único título continental, la Copa Concacaf 1981.

En canchas de Valencia y Zaragoza el equipo dirigido por José de la Paz Herrera arrancó con dos igualdades muy meritorias ante la selección local e Irlanda del Norte. Fueron duelos donde la categoría de su arquero Arzú, el central Yearwood, el creador Maradiaga y el goleador Figueroa hicieron pensar que podía lograr la hazaña de clasificar a la segunda fase. Pero no pudo. En el tercer encuentro se inclinó 0-1 ante Yugoslavia y debió irse dejando nada más que un buen recuerdo.

Regresó a un mundial recién 28 años más tarde. Fue en 2010, cuando conducida por Reynaldo Rueda volvió a mostrarse meritoria, pero igual se fue con las manos vacías. Su estreno, cómo no recordarlo, fue contra la Roja de Bielsa. Estrecho duelo que solo se inclinó a favor de Chile gracias al gol de Beausejour. Su derrota posterior frente a España y una igualdad final con Suiza la volvieron a dejar con la agridulce sensación de que pudo hacer algo más, sobre todo porque en su plantel había varios experimentados militantes de importantes ligas europeas.

Lo mejor es que cuatro años después clasificó por segunda vez consecutiva. Lo peor, que en Brasil 2014 protagonizó su peor presentación. Goleada 0-3 por Francia y Suiza e inclinada 1-2 ante un más accesible Ecuador, Honduras esta vez no mostró mérito alguno y nadie lamentó su temprano regreso a casa.

Estuvo a punto de clasificar a Rusia 2018, pero fue eliminada en repechaje por Australia. De todos modos, dos mundiales y una repesca demuestran que en la última década Honduras ha recuperado un rendimiento acorde con su rica base técnica. Para los entendidos, se trata de un fútbol siempre llamativo y prometedor que no ha logrado dar un salto mayor. Hasta ahora su único récor a nivel mundial es haber incluido en un mismo proceso mundialista (rumbo a Sudáfrica 2010) a tres hermanos: Jerry, Johnny y Wilson Palacios.

El actual seleccionado exhibe como su figura al delantero del Girona español, Antony Lozano, autor del gol del triunfo ante Panamá, el viernes último. También destacan otros atacantes como Bryan Rochez, del Nacional de Portugal, y Jerry Bengtson, del Olimpia local. Este último, junto al portero Luis López y los defensas Maynor Figueroa, Brayan Beckeles y Emilio Izaguirre, son sobrevivientes de Brasil 2014.

Este martes en Temuco no será dirigida por su DT titular, Carlos Tábora, que está en Estados Unidos dirigiendo a la selección sub 20 que disputa las clasificatorias de la Concacaf para el mundial de la categoría. En su lugar estará Jorge Jiménez.

¿Con qué se encontrará la hasta ahora irresoluta Roja? Seguramente, con un rival muy parecido a su último verdugo, Costa Rica. Es que ticos y catrachos comparten raíces africanas que les dan una potencia y velocidad distinta a otras selecciones de la región, como El Salvador, Guatemala y Nicaragua, de juego más pausado. Tal como ante Costa Rica, los chilenos serán presionados. Inicialmente, esa presión será en todo el campo, especialmente en la defensa nacional, a la que todo el mundo ya identificó como desprolija en su salida. Después, dependiendo de cómo se dé el partido, Honduras decidirá si sigue atosigando o se repliega para sorprender en contragolpe.

Rueda los conoce muy bien. Ojalá que eso influya a favor de un mejor juego nacional. Para que no sigamos metidos en honduras.