Universidad de Chile vs Curicó Unido

POBRÍSIMA VICTORIA DEL CAMPEÓN EN CURICÓ

Terminaba el partido, y alguien preguntó dónde estaba el campeón. En más de 85 minutos de juego, Universidad de Chile no había podido procurarse ni una miserable ocasión de gol y parecía encaminarse a un empate que castigaba al ordenado y luchador Curicó Unido.

La respuesta, en todo caso, era fácil: la “U” no estaba jugando como campeón, pero tampoco había jugado como tal cuando logró el título. Siempre fue un equipo funcional, pero sin brillo.

Las reapariciones de Johnny Herrera, Gonzalo Jara y Jean Beausejour le devolvieron a la defensa la solidez mostrada en la parte final del semestre anterior. Una vez más la valla azul terminó invicta, y no deja de ser meritorio. Pero de ahí hacia adelante, las dudas sobre el nivel individual y colectivo se multiplicaron.

Tuvo que ingresar David Pizarro para darle algo de sentido al juego de la U. Los dirigidos de Guillermo Hoyos mostraban las ganas habituales, pero su fútbol lindaba con la ridiculez. La llamativa inutilidad de Francisco Arancibia, la desastrosa actuación de Leandro Benegas, la intrascendencia de Gustavo Lorenzetti, la opacidad de Rafael Caroca, todo eso contribuía a que la pelota se recuperar con cierta prontitud pero se perdiera de inmediato en sector ajeno.

Al revés, Curicó Unido mostraba también fortaleza defensiva, pero le agregaba ideas en el mediocampo y llegada al arco contrario. Hubo al menos tres ocasiones en que sus atacantes quedaron en situación de batir a Herrera. Por lo general, los remates y cabezazos fueron defectuosos, pero el arquero también tuvo sus méritos.

Algo se le debe haber revuelto el naipe de las ideas al entrenador azul. Cuando Matías Rodríguez fue expulsado al cumplirse el cuarto de hora inicial, su función fue encomendada -sin éxito- a Caroca. Enfrentado a la misma situación, Luis Marcoleta la solucionó con Nicolás Gauna, que hizo olvidar al titular.

Le quedan cartas, sin embargo, al entrenador de la U: por poco que juegue, seguramente Mauricio Pinilla va a producir más que Benegas. Y si le va mal, tiene otra carta: Isaac Díaz. El problema es quién acompañará a uno de los dos recién llegados. Arancibia tiene condiciones, pero esta vez fue un desastre; y Sebastián Ubilla no logra asentarse como la figura que prometía ser antes de su seguidilla de lesiones.

Con un centrodelantero de área, tal vez la “U” encauce mejor sus esfuerzos porque los centros de Beausejour podrán ser mejor capitalizado. Y tal vez sea hora de que David Pizarro tenga más minutos en la cancha.

Fue el volante porteño el encargado de servir el penal que cometió Cristopher Díaz al hacerle un banquillo a Felipe Seymour dentro del área, a los 88’. Y fue también el encargado de desperdiciar otro lanzamiento desde los doce pasos (atajado por Luis Santelices) después de un foul que Canosa y Cisternas le cometieron  a Ubilla, en los descuentos.

En ambos casos, ni siquiera había peligro de gol: Seymour no es un talento cabecendo, como pretendía, y Ubilla estaba rodeado por cuatro defensores curicanos y sin ningún compañero cerca.

Se puede decir entonces que la U ganó sin gestar ninguna situación de gol. Y hasta pudo ser 3-0 porque otro penal -mano en el área- quedó sin sanción. Esta victoria la pueden celebrar sus hinchas, pero hasta ellos tendrán que reconocer que el nivel del equipo fue pobrísimo.

 

PORMENORES

CANCHA: Estadio La Granja.

PÚBLICO: 8.456 espectadores.

ÁRBITRO: Eduardo Gamboa.

CURICÓ UNIDO (0): L. Santelices, C. Díaz, R. Canosa, E. Godoy, N. Rebolledo; M. Cortés, S. Zúñiga (79’, C. Cisternas); N. Gauna, G. Tello (79’, D. Pezoa), A. Ábalos; G. Vargas. DT: Luis Marcoleta.

  1. DE CHILE (1): J. Herrera; M. Rodríguez, C. Vilches, G. Jara, J. Beausejour; R. Caroca, L. Reyes, G. Lorenzetti, Y. Leiva (31’, F. Seymour); L, Venegas (82’, Ubilla) y F. Arancibia (65’, D. Pizarro). DT: Guillermo Hoyos.

AMONESTADOS: Canosa, Vargas y Ábalos (CU), Benegas y Beausejour (U).

EXPULSADOS: 15’, N. Rebolledo (CU) y M. Rodríguez (U).