2023: el año en que las chicas dirigieron la economía mundial

Desde Taylor Swift a “Barbie” y Beyoncé, la fuerza descomunal del poder adquisitivo de las pequeñas mujeres de la casa activó y sacudió el panorama de las bolsas del planeta.

Por ANDRÉS ALBURQUERQUE (*) / Fotos: ARCHIVO

Si el siglo 21 pertenece a las mujeres, entonces este 2023 podría destacarse como el año de las niñas, el año en que las chicas demostraron su enorme poder económico: el gasto femenino fue una fuerza que sacudió la economía de países enteros.

Y no es una exageración. En mayo, la cantante Beyoncé hizo subir la inflación en Suecia por sí sola, cuando fans de todo el mundo acudieron al inicio de su gira Renaissance World Tour: se dispararon los precios de las habitaciones de hotel y las comidas en restaurantes, entre otras cosas.

El economista jefe del Danske Bank, Michael Grahn, afirmó que esto provocó un repunte de la inflación sueca en mayo. “Es bastante sorprendente para un solo acontecimiento. No lo habíamos visto antes”, declaró al Financial Times.

El gasto femenino también hizo historia en la taquilla de los cines: las hordas de jovencitas vestidas de rosa que acudieron a ver “Barbie” catapultaron la película como la más taquillera del año en todo el mundo. La película batió el récord de taquilla de Warner Bros. (y superó a Harry Potter como la película más taquillera de la historia del estudio).

“Barbie” fue la película más taquillera del año en el mundo.

Cuando Beyoncé pidió a sus fans que se vistieran de plateado para su espectáculo (“nos rodearemos cada noche de una reluciente bola de discoteca humana”) se desató una carrera desenfrenada en busca de atuendos y accesorios brillantes. Las pequeñas empresas de Etsy que venden plata, cromo y lentejuelas vieron cómo se disparaban sus ventas.

Una empresa de pinturas agotó su tono rosa intenso después de que se agotara para el decorado de “Barbieland” en la película.

Y las fans rindieron homenaje a la letra de la superestrella Taylor Swift (foto principal) cuando dice “so make the friendship bracelets” (“haz las pulseras de la amistad”) fabricándolas a mano para la gira Eras y subiendo fotos a las redes sociales.

Michaels Stores experimentó un aumento del 300% en las ventas de bisutería en los días previos al concierto en las paradas de su gira, con un espectacular incremento del 500% en Pensilvania cuando actuó en Filadelfia y Pittsburgh.

La Asociación de Viajes de Estados Unidos dijo que el impacto de Swift en las economías locales es “sin precedentes”, debido a la insaciable demanda de sus fans y su disposición de viajar a sus conciertos. Según la organización, las swifties (fanáticas de la cantante) gastan un promedio de 1.300 dólares por persona en las economías locales en viajes, estancias en hoteles, comida, artículos de merchandising y disfraces.

Su espectáculo en Glendale (Arizona) generó más ingresos para las empresas de la ciudad que el Super Bowl de 2023, que se celebró en el mismo estadio.

Y el efecto se extiende más allá de sus propios conciertos. Cuando Swift empezó a salir con Travis Kelce, estrella de fútbol americano de los Kansas City Chiefs, sus partidos registraron un repunte masivo de espectadores. Y la audiencia aumentó un 53% entre las adolescentes de 12 a 17 años cuando la artista acudió a uno de los partidos.

El Kansas City Star informó que StubHub, la plataforma de venta de entradas “ha visto un aumento de casi el triple en la venta de entradas y búsquedas de entradas para todos los partidos en casa de los Chiefs para el resto de la temporada”.

SWIFT Y GABRIEL BORIC

En un año en el que el gasto femenino fue líder, el fenómeno Swift encabezó la tendencia. Su gira se convirtió en la primera de la historia en superar los mil millones de dólares de ingresos antes de haber llegado a la mitad de sus 151 conciertos en el mundo. La gira continúa en 2024, con la mayoría de los conciertos anunciados en el extranjero, salvo un puñado en Estados Unidos.

“Si cada concierto de Taylor Swift es como un Super Bowl, al final de sus 151 conciertos el impacto económico total rondará los 75 mil millones de dólares. Es un testimonio del poder adquisitivo femenino”, afirma Ed Tiryakian, catedrático de Finanzas y Economía de la Empresa de la Universidad de Duke.

No es el único, pues otros académicos han reparado en el fenómeno… Desde Harvard hasta la Universidad de Texas ofrecen cursos sobre Swift. La Universidad de California en Berkeley tiene una clase de iniciativa empresarial en su escuela de negocios y la Universidad de Delaware un curso de economía basado en su carrera.

Es más, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, la invitó en una publicación en redes sociales: “Sé que a algunos lugares de Canadá les encantaría tenerte… Esperamos verte pronto”.

Y nuestro Gabriel Boric, un swiftie autoproclamado, compartió en un vídeo de YouTube que tendió la mano a Swift: “Le escribí no hace mucho… A ver si me responde, para que algún día nos incluya en su gira por Latinoamérica”.

Un político australiano llevó el asunto a un nuevo nivel: “Se lo pido, se lo ruego, se lo suplico, me pondré de rodillas si hace falta. Por favor, venga a Queensland”, dijo Andrew Wallace, diputado y ex presidente de la Cámara de Representantes.

ELLAS PUEDEN GASTAR

Beyoncé también representa uno de los fenómenos del año.

En tanto, la gira de Beyoncé se ha dedicado a honrar a las comunidades negras y la formada por la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero, transexual, intersexuales, queers y más (Lgbttiq+). Ha inspirado a los asistentes a comprar en empresas de propiedad negra, dándoles un “chute Beyoncé”.

Su gira Renaissance World ha llevado a algunos a replantearse el poder económico de su gran base de fans negras. No sólo ellas y otros fans gastaron grandes cantidades de dinero en comprar las entradas, sino también en vuelos y hoteles, para ver actuar a Queen Bey.

Según The New York Times, la gira de Beyoncé generó unos 4.500 millones de dólares para la economía estadounidense, casi tanto como los Juegos Olímpicos de 2008 para Beijing.

El motor de todo este gasto es el hecho de que a las mujeres les va bien, ya que cada vez son más las que trabajan. Este año, el porcentaje de mujeres estadounidenses que lo hacen ha alcanzado una cifra récord, lo que también se ha replicado en gran parte del mundo después de la pandemia.

En Estados Unidos, las mujeres menores de 30 años ganan más o lo mismo que sus homólogos masculinos en 22 grandes ciudades, y entre los jóvenes de 25 a 34 años, las mujeres superan ampliamente a los hombres con título universitario.

Por supuesto, las mujeres siguen sufriendo prejuicios y discriminación, sobre todo cuando se trata de oír comentarios sobre sus estados emocionales, que pueden tener un impacto grande y duradero.

Pero, por otra parte, están dando grandes pasos. Y, cuando es posible, las mujeres están optando por gastar su dinero en experiencias únicas en la vida, como los conciertos de Beyoncé y Swift, o por la oportunidad de juntarse con sus mejores amigas, sus hijas y sus nietas para ver -disfrazadas- una película “de chicas”.

Porque cuando las chicas abren la cartera, las economías tiemblan.

* Con información de agencias.