Senadora Campillai solicitó formalmente el desafuero de la diputada Cordero

La hoy parlamentaria, que quedó ciega durante el estallido social, tras recibir una bomba en el rostro, se presentó este jueves en la Corte de Apelaciones de Santiago. Informó que, producido el desafuero, se querellará “por injurias con publicidad”.
Por EL ÁGORA / Foto: ATON
La senadora Fabiola Campillai presentó este jueves, en la Corte de Apelaciones de Santiago, su petición de desafuero de la diputada María Luisa Cordero.
Hace unos días, la siquiatra había señalado tajantemente que Campillai no había quedado completamente ciega luego que una bomba lacrimógena le diera en el rostro durante el estallido social, sugiriendo, de esa forma, que la senadora estaba sacando partido de una desgracia.
Los dichos de Cordero, acostumbrada a este tipo de declaraciones supuestamente bien informadas, pero que luego se derrumban, fueron rechazados políticamente en el Congreso de forma transversal. Debe ser la única vez que coincidieron los parlamentarios comunistas con los del Partido Republicano.
A la salida de la Corte de Apelaciones, la senadora Campillai, elegida con una de las más altas votaciones en la última elección parlamentaria, dijo de Cordero que “ella es una persona negacionista. Hoy no soy yo la que tiene que demostrar que estoy ciega, porque mi caso fue visto por la Justicia. Esta petición de desafuero es el primer paso para luego presentar una querella por injurias con publicidad”.
Recordó Campillai que “mi juicio se prolongó por tres meses, y mi agresor ya está tras las rejas”.
Meses atrás, y sólo viéndolo a través de imágenes de televisión, la diputada Cordero hizo duras acusaciones en contra del alcalde de Colchane, relacionándolo con trata de personas y narcotráfico. Y es que le pareció que el alcalde estaba muy bien vestido para ser un hombre honesto de esa alejada zona.
Siendo siquiatra, la hoy diputada fue descubierta vendiendo licencias de salud falsas. Ello hace doblemente incomprensible no sólo que haya contado con los votos de la gente de derecha para ser parlamentaria, sino que tenga la desfachatez de transformarse en toda una censora de sus semejantes.