H.P. Lovecraft: al servicio del terror

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Por El Ágora
Actualizado el 21 de agosto de 2023 - 5:25 pm

Ayer fue el aniversario de nacimiento del escritor que supo cristalizar el terror a imagen y semejanza de sus narraciones.

Por SEBASTIÁN GÓME MATUS / Foto: ARCHIVO

Howard Philip Lovecraft nació el 20 de agosto de 1890, en Providence, Long Island, y murió prematuramente de cáncer el 15 de marzo de 1937. Conocido mundialmente por ser el maestro del terror en el siglo XX, supo condensar y extremar a sus precursores al punto de haberles superado. “Los Mitos de Cthulhu” son el ciclo de narraciones más leídas y conocidas del autor, que tuvo varias etapas hasta dar total relieve y realidad al Terror de sus cuentos.

En una mezcla de ciencia ficción y terror, su obra se cataloga dentro de lo que se conoce como “horror cósmico”, que bien pudiera ser una definición de la etapa en que se encuentra nuestro planeta. Como dijo la poeta libanesa Etel Adnan: la materia está desesperada. En la literatura de Lovecraft convergen casi todas las temáticas que hacen de lo contemporáneo nuestra realidad, además de ciertos prejuicios raciales y de género que lo tienen indexado desde algunas parcialidades o comunidades culturales.

Esto último no le quita calidad a su obra, que es vastísima. Por el contrario, la vuelve más compleja e intrincada en términos de cómo evaluar sus ideas de este mundo y el otro, en un continuo moral que avanza sin miramientos por frases, declaraciones, etcétera, que despliegan sus prejuicios raciales, entre otros. Lovecraft venía de una familia distinguida pero venida a menos, lo que determinó su personalidad y su forma de entender la cultura que le rodeaba.

Al mismo tiempo, si hace cosa de unos años, Lovecraft seguía siendo un autor de culto y para iniciados en la literatura de terror, la revaloración de su trabajo ha sido notoria durante los últimos años, sobre todo a propósito del filósofo británico Mark Fisher, hoy un “must” entre los adeptos teóricos del realismo capitalista. En su último libro antes de morir, “Lo raro y lo espeluznante”, Mark Fisher recupera la noción de horror de Lovecraft, que tiende a ser la metonimia del género.

En una referencia más cercana pero tributaria de los planteamientos de Fisher, es el trabajo de Silvia Schwarzböck, con una publicación a cargo de Marginalia Editores, “Las medusas. Estética y Terror”. Es interesante leer cómo Lovecraft ha permeado los planteamientos teóricos de diversos autores, sobre todo a raíz de la cosmovisión que ofrece en sus “Mitos de Cthulhu”, las narraciones más populares del escritor.

En fin, los cuentos y novelas de Lovecraft no pierden vigencia sino que ganan popularidad desde espacios no advertidos antes. En general, las obras que resisten al paso del tiempo y superan las prerrogativas de los géneros, encuentran sus mejores lectores en los más tardíos, que también se ven favorecidos por la madurez de las narraciones en relación a la exposición de sus páginas al tiempo y por ende a la historia. De hecho, si leyéramos “En las montañas de la locura” en clave ecocrítica, “el príncipe del Terror”, como lo bautizó stephen King, cobraría una relevancia aún mayor.