EEUU ataca por sorpresa instalaciones nucleares iraníes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, catalogó de “muy exitoso” el ataque por sorpresa de su país a instalaciones nucleares de Irán. Los blancos de este sábado eran los enclaves de Fordow, Natanz e Isfahán, el primero construido bajo una montaña y que era el objetivo principal.

Se indicó reiteradamente hace semanas que Fordow es una planta subterránea de enriquecimiento de uranio.

“Completamos nuestro ataque muy exitoso contra las tres instalaciones nucleares de Irán. Incluidas Fordow, Natanz e Isfahán”, declaró Trump en su red social.

Agregó que “se lanzó una carga completa de bombas sobre la instalación principal. Felicitaciones a nuestros grandes guerreros americanos. No hay otro ejército en el mundo que pudiera haber hecho esto. ¡Ahora es el momento de la paz!”.

La amenaza de Trump

También precisó que los aviones de ataque retornaron sin daños tras vulnerar el espacio aéreo iraní.

Por la noche, en cadena nacional, Trump abundó: “Puedo informar al mundo que los ataques fueron un éxito militar espectacular. Las principales instalaciones de enriquecimiento nuclear de Irán fueron total y completamente destruidas”.

Luego lanzó una amenaza: “Habrá paz o una tragedia para Irán mucho mayor que la que hemos presenciado. Recuerden que aún quedan muchos objetivos por alcanzar. Si la paz no llega pronto, perseguiremos esos otros objetivos con precisión, velocidad y habilidad”.

En la alocución estuvo acompañado por el vicepresidente, J. D. Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth.

Bombas “rompebúnkeres”

Durante el día se informó del despegue de una cuadrilla de bombarderos B-2 desde Missouri en dirección hacia el Pacífico. Se presume que transportaban bombas “rompebúnkeres” (Massive Ordnance Penetrator) para atacar la instalación subterránea de Fordow.

La operación contra Irán se mantenía en total hermetismo. De hecho, debía definirse en las próximas dos semanas, según lo anunciado por el mismo Trump.

Este sábado, Trump se reunió en la Casa Blanca con su gabinete de seguridad, cuando todavía existían dudas sobre si Washington entraría en guerra.

El mandatario regresó a la capital luego de viajar el viernes a su campo de golf en Bedminster (Nueva Jersey). El presidente llegó en helicóptero alrededor de las 18:00 hora local y entró al edificio sin realizar declaraciones.