Alemania rechaza dos proyectos de suicidio asistido
Ambas propuestas compartían la idea de crear un marco legal para dar acceso a las drogas letales que necesitan adquirir quienes deseen suicidarse.
Por EL ÁGORA / Foto: ARCHIVO
La Cámara Baja del Parlamento (Bundestag) rechazó dos proyectos de ley relacionadas con el suicidio asistido. Ambas propuestas compartían el objetivo de crear un marco legal para dar acceso a las drogas letales que necesitan adquirir quienes quieren suicidarse. También permitirían el suicidio asistido solo en el caso de aquellas personas que hayan alcanzado la madurez legal.
El primer borrador, que proponía que el suicidio asistido fuera fundamentalmente punible por ley (con excepciones), no fue aprobado por simple mayoría: 304 legisladores votaron a favor y 363 en contra. El otro borrador buscaba consagrar en la ley el derecho a la eutanasia.
Uno de los grupos, Katrin Helling-Plahr, del Partido Demócrata Liberal (FDP), dijo que había muchas personas que querían decidir morir cuando había llegado el momento adecuado para ellos, y que deberían poder hacerlo sin miedo a repercusiones legales.
El político Lars Castellucci, del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) y que habló por el otro grupo, dijo que era importante hacer posible el suicidio asistido, pero sin alentarlo. También señaló que cualquiera que proporcionase posibilidades organizadas para el suicidio sin adherirse a un concepto fijo de protección de personas vulnerables, debería ser sancionado.
Además, los dos grupos propusieron aumentar los servicios de ayuda para la prevención del suicidio, incluso con una línea de comunicación directa a nivel nacional para quienes tienen pensamientos suicidas y para sus familiares.
Las dos iniciativas surgieron de un fallo histórico de la Corte Constitucional de Alemania en 2020, que anuló la prohibición del suicidio asistido organizado como una violación del derecho de cualquier individuo a morir en sus propios términos.
Ese fallo significa que ayudar a alguien a morir por su propia voluntad es legal en Alemania, pero actualmente no hay leyes que regulen cómo hacerlo.
