Alexis Sánchez: ídolo, pero no deidad
El goleador histórico de La Roja piensa que la prensa solo debe alabarlo, ensalzarlo y callarse si no juega bien, si no rinde, si no está en un buen momento, a la altura de la capacidad que tiene como futbolista.
Alexis Sánchez, al completar su traspaso a Olimpyque de Francia, que será casi con seguridad, su última estación en un equipo de elite media en Europa, se mandó una declaración que generó, más que molestia, extrañeza: “En todas las partes que he ido fuera de Chile siempre me han tratado bien (…) Uno nunca es ídolo en su país y los chilenos somos así, nunca tratamos de cuidar lo nuestro. Me siento muy querido por la gente del extranjero (…)”, dijo el Niño Maravilla, dejando así una pregunta básica: ¿Sánchez, de verdad, en serio, con la mano en el corazón, no se siente querido por los chilenos?
Claro, como el tema empezó a escalar rápido en las redes sociales, el propio Alexis salió a “aclarar” sus dichos, señalando que «lo dije por algunos periodistas que hablan, inventan y critican sin saber desde Chile (ojo, no todos). No lo digo por mi gente ni por los niños de mi país, que amo, y que cada vez que voy a Chile me dan amor y energía».
¿Todo bien? ¿Se entendió? ¿Se acaba el temita?
No, nada de eso. Al contrario, se profundizó más porque, y eso es bueno, se generó un debate interesante que, bien expuesto y mejor llevado, puede ayudar a clarificar algunas cosas.
Partamos con lo más obvio, tras esa doble declaración. Sánchez piensa que un sector de la prensa de Chile hace dos cosas que son detestables e insoportables para él: inventar hechos, y hablar de él y criticarlo sin tener conocimientos de ciertas situaciones.
Vamos por parte.
El primer alegato es impecable: si algún periodista o medio crea de la nada una historia sobre Sánchez, más aún si ello es por ganar adeptos o lucirse, merece no solo el repudio de Alexis, sino que, derechamente, una acusación formal para que quien la realizó se retracte públicamente. Incluso más: si aquel invento, infundio o mentira proferida ha dañado la honra o ha causado el descrédito del jugador, éste debe recurrir a los tribunales. Así de claro.
¿Y hablar de él “sin saber”, es una actitud igualmente detestable?
Acá va cambiado un poco la cosa. Porque es exigible que el periodista o un medio sea riguroso y que sea capaz de buscar los datos y argumentos de lo que publica, yendo por cierto a la fuente directa. El tema es que no siempre tiene la posibilidad de hacerlo porque la propia fuente -en este caso, Alexis Sánchez- se lo impide.
Entonces, al no acceder a esta fuente directa ¿los medios no deben informar sobre él?
No pues. Sí deben hacerlo si se trata de alguien de interés público, como es el caso de Niño Maravilla. Y por eso se buscan fuentes alternativas (con la exigencia de que tengan un alto nivel de confiabilidad) con el objetivo de entregar a la sociedad la información requerida. Si ella no resulta finalmente certera, el aludido claro que puede exigir reparación. Pero, sin duda, deberá asumir que él no dio acceso para que se supiera “la verdad” (término solo filosófica y teológicamente alcanzable).
Lo último. ¿Debe ser denostado un medio o un periodista por criticar?
Por supuesto que no. Simplemente porque esa es su labor.
Expliquemos.
Normalmente se entiende que “criticar” es decir cosas malas, denostar, ensalzar lo negativo. Pero no es eso. O no solo eso. Criticar es juzgar, opinar, lo que implica valoraciones tanto positivas como negativas.
Alexis, sin duda, se quedó solo con la definición más común y básica. No lo vamos a “juzgar” por eso. Y entendiendo lo que quiso decir la conclusión es impactante: Sánchez piensa que la prensa solo debe alabarlo, ensalzarlo y callarse si no juega bien, si no rinde, si no está en un buen momento, a la altura de la capacidad que tiene como futbolista.
Ahí está rotundamente equivocado. Y no hay tribunal que ampare su malestar.
Alexis, como cualquier persona, está expuesto a las evaluaciones sobre su trabajo. Y en su caso, siendo una persona que realiza un trabajo de público interés, dicha evaluación también la deben hacer los medios. ¿O solo estos deben hablar de él cuando hace tres goles? No pues. No funciona así.
Ojalá Sánchez entienda esto. Más aún cuando la prensa chilena ha sido siempre mucho más comprensiva y benigna con él que la inglesa, la española y la italiana porque se trata de un jugador trascendente, histórico, esencial para el fútbol de este país.
Alexis no debe pensar que no es un ídolo en Chile. Para todos. Incluida la prensa sí lo es.
Pero también debe aprender que no es una deidad. Un intocable.
Nadie lo es.
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