Algunos animales vivieron también la Edad de Piedra

Chimpancés, monos capuchinos y macacos de cola larga se sumaron a esa edad arqueológica hace miles de años.

Por ANDRÉS ALBURQUERQUE / Foto: ARCHIVO

Varios animales usan rocas como herramientas hace miles de años, capacidad que hasta hace poco se creía que solamente era propia de los humanos y nuestros antepasados homínidos.

La comunidad científica considera que algunos primates se sumaron a la Edad de Piedra. Así, chimpancés, monos capuchinos y macacos de cola larga también utilizan herramientas de piedra.

En cada una de las especies de primates, el uso de herramientas es un comportamiento socialmente aprendido. “Se ha convertido en parte de su cultura”, dice Katarina Almeida Warren, arqueóloga de primates de la Universidad de Oxford, que estudia a los chimpancés. “Diferentes grupos usan diferentes herramientas. Algunos grupos de chimpancés, por ejemplo, usan una roca como martillo que deja caer sobre una roca ‘yunque’ para triturar nueces”, señala Almeida Warren.

Los chimpancés han utilizado herramientas de martillo y yunque durante milenios. Según una investigación publicada en 2007 en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, los chimpancés de Costa de Marfil manejan estas herramientas desde hace 4.300 años.

“La ‘Edad de Piedra de los chimpancés’ es anterior al advenimiento de las aldeas agrícolas asentadas en esta parte de la selva tropical africana”, escribieron los investigadores en el estudio.

Los monos capuchinos en Brasil también usan herramientas de piedra para romper nueces. Los investigadores han descubierto piedras para romper nueces utilizadas por los capuchinos de hasta tres mil años. Sus estilos de herramientas cambiaron durante milenios en respuesta a diferentes alimentos.

Luego, en una playa de Tailandia, un equipo encontró herramientas de piedra que alguna vez usaron los macacos de cola larga birmanos para abrir conchas. Estas herramientas probablemente se emplearon entre 1950 y 2004, según un artículo de 2016 en el Journal of Human Evolution.

No está claro cómo estos primates llegaron a usar herramientas de piedra. En el caso de los chimpancés, las primeras herramientas de piedra sugieren que les fueron heredadas por un ancestro común de humanos y chimpancés. Sin embargo, también es posible que los humanos y los chimpancés aprendieran a usar herramientas de piedra de forma independiente; y ese parece ser el caso con los otros animales que se sabe usan herramientas de piedra.

“Las herramientas de piedra tienen esta mística”, dice Tiago Falótico, biólogo y primatólogo de la Universidad de São Paulo, coautor del estudio de las herramientas de los capuchinos. “Pero entrar en una ‘Edad de Piedra’ no significa que un grupo seguirá una trayectoria humana en el corto plazo”, explica.

“Tampoco indica que los usuarios de herramientas de piedra sean necesariamente más inteligentes que otros usuarios de herramientas animales. Puedes tener la misma cognición con piedras, madera u hojas”, apunta.

En cambio, las herramientas de piedra son valiosas para la comunidad investigadora porque perduran en el tiempo. Es importante que los arqueólogos y antropólogos tengan en cuenta que pueden aparecer herramientas de primates en las excavaciones. “Hay mucho debate sobre quién ha hecho qué”, señala Almeida Warren.

“Incluso cuando está claro qué herramientas pertenecen a qué especies, las herramientas no hechas por humanos pueden informar a la arqueología humana de otras. Las herramientas más antiguas hechas por homínidos, de hace 3,3 millones de años, se encontraron en parte porque las herramientas de los primates dieron a los arqueólogos nuevas ideas sobre qué buscar. De alguna manera catalizó la posibilidad de que existieran estas otras cosas”, explica Almeida Warren.

Los investigadores esperan estudiar la historia de otro animal que usa herramientas: las nutrias marinas. Investigadores en California han observado nutrias marinas golpeando mejillones abiertos contra rocas. Según un estudio de 2019 en la revista Scientific Reports, los investigadores distinguieron los arañazos en las rocas del “yunque” de las nutrias marinas de las marcas hechas por humanos.

La población de nutrias marinas disminuye en los bosques de algas marinas a lo largo de la costa oeste de América del Norte. Ahora que los investigadores saben qué buscar, esperan reconstruir la historia de los asentamientos de nutrias y los ecosistemas en los que han influido.