Carlos Gustavo De Luca, el recordado goleador del fútbol chileno que estuvo en la Guerra de Las Malvinas

El ex delantero argentino se formó en River Plate y militó en clubes nacionales, como Santiago Wanderers, Cobreloa, Deportes La Serena, O’Higgins y Colo Colo, entre otros.
Por EL ÁGORA / Foto: ARCHIVO
Hoy 2 de abril se conmemoran 41 años de la Guerra de Las Malvinas, conflicto armado entre Argentina y Reino Unido por la soberanía de ese lugar más las islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur.
La Junta Militar trasandina, presidida por Leopoldo Galtieri, tomó la decisión de recuperar ese territorio en medio de un contexto de descontento popular, debido a las violaciones a los derechos humanos y la crisis económica que sufría la nación.
«Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla», dijo el dictador al momento de pronunciarse sobre el conflicto.
Los soldados argentinos se apoderaron de Las Malvinas en dos días, sin embargo, los ingleses desembarcaron el 5 de abril. Estos últimos mostraron superioridad a mediados de abril al quedarse con la isla Georgia del Sur y al hundir la nave General Belgrano el 2 de mayo, hechos que provocaron un quiebre en la guerra.
Además, el equipamiento y las condiciones que tenían los trasandinos eran precarios y se enfrentaron a un ejército preparado y con experiencia.
La rendición se gestó el 14 de junio de 1982 por parte del general Mario Menéndez y la contienda dejó cientos de muertos: 650 argentinos y 255 británicos.
ARTILLERO EN EL FÚTBOL Y EN LA GUERRA
Un conocido estuvo en el conflicto armado: Carlos Gustavo De Luca, quien se formó en River Plate y militó en clubes chilenos como Santiago Wanderers, Cobreloa, Deportes La Serena, O’Higgins, Colo Colo, Regional Atacama, Deportes Temuco y Everton.
Su despegue en el fútbol nacional fue en 1987, al transformarse en el máximo anotador de la Segunda División con la camiseta del club porteño. Al año siguiente, cuando jugaba en La Serena, se convirtió en el goleador de la Primera División. Y en 1992 con los albos ganó la Recopa Sudamericana al derrotar a Cruzeiro en Japón.
En conversación con Infobae en 2022, De Luca contó que cuando estaba en las inferiores de los «millonarios» lo llamaron para alistarse en la guerra. «Me convocaron el 2 de abril. Al quinto día, llegamos a las islas. Me encontré con muchos soldados a la deriva y no sabíamos lo que iba a suceder. Pensábamos que se iba a arreglar todo muy rápido y de manera pacífica. Pero todo comenzó con el hundimiento del General Belgrano. A partir de ahí, sabíamos que estábamos en guerra y caímos en lo que verdaderamente estaba sucediendo», señaló.
Sobre lo que vio en Malvinas afirmó que «nadie tenía ganas de estar ahí. Todos teníamos otros sueños para cumplir. No éramos militares de carrera, sólo hicimos el servicio militar para cumplir con ese requisito, con la intención luego de volver a nuestras casas para hacer lo que quisiéramos. Tras lo sucedido, se le cortó el sueño a mucha gente que fue a la guerra, porque muchos muchachos no volvieron bien física ni síquicamente», agregó al citado medio.
Bajo la misma línea, aseveró que estuvo «muchos días sin poder comer, con muchachos que sufrieron mucha pérdida de peso. Faltó comida, ropa de invierno producto de las temperaturas bajas, ya que era invierno y empezó a nevar, y no teníamos con qué protegernos. También carecimos de armamento. No nos podíamos comparar con Inglaterra».
En el desarrollo del conflicto fue baleado en su cintura y además, producto de una bomba que le cayó cerca, sufrió otras lesiones. «No fue grave. Yo estaba con un mortero y una 9 mm y tenía poco manejo de la situación», complemento De Luca.
Sobre el final de la guerra recordó que «cuando terminó, veníamos escuchando los partidos del Mundial por la radio. Había empezado la Copa del Mundo y Argentina participó como si nada pasara. Me parecía raro también que mis amigos fueran a los boliches y que todo siguiera normal, mientras existían compatriotas que estaban en guerra. Cuando llegamos a Buenos Aires nos dimos cuenta de que todo seguía igual».
Luego fue rechazado por River Plate y militó en varios clubes argentinos, como Talleres de Remedios de Escalada y All Boys y confesó que llevar a cabo la disciplina deportiva fue uno de sus remedios para despejar la mente. «El fútbol me salvó de no quedar preso de los recuerdos, fue la escapatoria que tuve. Tenía la idea fija de seguir en eso y me costó muchísimo, porque tuve que empezar de nuevo, ya que River me dejó libre y lesionado», recordó a Infobae.
Cuando llegó al fútbol chileno, señaló que un grupo menor de hinchas le decían «te robamos las Malvinas». «Muchos me trataron muy bien, pero hubo otros idiotas que me querían amedrentar, pero no me afectaba y lo tomaba como algo positivo para cerrarle la boca a ese grupo minúsculo de inadaptados», precisó.
De Luca cerró su carrera en 1996 en Everton de Viña del Mar a los 34 años producto de una lesión en la rodilla. Tras su retiro siguió viviendo en Chile y en 1998 se operó de su dolencia en Argentina.