Cementerios de La Serena pierden nueve cadáveres
Una auditoría reveló la desaparición de cuerpos en osarios mal gestionados y con registros incompletos. La alcaldesa confirmó el extravío y denunció una crisis institucional de larga data.
La falta de control sobre los cadáveres representa una vulneración directa a los derechos de los deudos. Foto: (ARCHIVO) REFERENCIAL
Una investigación interna encabezada por la Corporación Municipal Gabriel González Videla dejó al descubierto un alarmante hallazgo en La Serena. Al menos nueve cadáveres desaparecieron de cementerios municipales de La Serena.
La cifra podría escalar a 15, según antecedentes detectados posteriormente, lo que revelaría una falla sistemática en la gestión de los recintos.
La auditoría realizada a fines de marzo se centró en revisar los osarios y verificar que los restos coincidieran con las actas de exhumación.
Pero lo que debía ser un procedimiento rutinario, se transformó en una escena impactante. En el osario que debía contener nueve personas, encontraron 31 cuerpos. Lo peor es que no había coincidencia con los registros, incluyendo cuatro sin identidad definida.
Sin trazabilidad ni control ni seguridad
El informe reveló falencias graves: no existe trazabilidad de los restos. Las exhumaciones se realizaron sin protocolos formales y los accesos a los osarios carecían de medidas mínimas de seguridad.
Además, los registros estaban incompletos: los cuerpos hallados en marzo no tenían RUT ni otros datos para identificarlos. Eso, obviamente imposibilita confirmar con certeza quiénes fueron depositados allí.
Una denuncia por exhumación ilegal fue presentada ante la Policía de Investigaciones (PDI) el 2 de abril, pero hasta ahora no hay avances significativos.
La alcaldesa de La Serena, Daniela Norambuena, confirmó que los cadáveres aún no son localizados y señaló que se instruyó un sumario administrativo. “Estas prácticas venían de mucho antes, con una estructura operativa sin estándares”, afirmó.
Casos sin sanción
En 2020 ya se detectaron irregularidades. Una investigación reveló el intercambio de restos entre dos familias por errores internos. Entonces quedaron al descubierto prácticas informales, como almacenar restos antiguos en una bodega. Pese a los cargos formulados contra los responsables, no hubo sanciones.
El ex alcalde, Roberto Jacob, dijo que no le informaron sobre los cuerpos extraviados antes de dejar el cargo, en octubre de 2024. Mientras, el ex administrador de los cementerios, Mario Gómez, aseguró que no hubo pérdidas durante su gestión. Actualmente, continúa trabajando en otra unidad de la corporación.
La investigación también constató errores en los registros del Cementerio La Antena.
El 28 de enero, un osario fue abierto para corroborar la presencia de un cuerpo de 2020, pero estaba vacío. Finalmente, se encontró el cadáver en otro pabellón, mal etiquetado y sin identificación externa, lo que refleja una desorganización generalizada.
Las autoridades evalúan acciones legales tras la investigación sumarial.
