¡Chile, nomás!
En una remontada a la uruguaya, la Roja de Hernán Caputto volcó un partido que tenía perdido y goleando 4-2 a la Celeste clasificó al Mundial de Brasil , que se jugará en noviembre.
Al término del primer tiempo la Roja Sub 17 se retiró al camarín cabizbaja por haberse dejado someter vergonzosamente por Uruguay, que la vencía 2-0 y ponía en duda la clasificación al Mundial de noviembre en Brasil.
Entonces este cronista aprovechó el descanso para repasar apuntes y disponerse a escribir que la historia siempre terminaba por imponerse. Que de nada servía que en los meses previos al Sudamericano de Lima la Roja hubiese derrotado dos veces a la Celeste, porque eso solía pasar antes de cada torneo continental, pero en los partidos en serio siempre sucumbía frente a este rival formado por adolescentes que ya juegan y piensan como hombres.
Tan claro era eso, que en toda la historia sudamericana Sub 17 Chile había vencido solo una vez, en un ya remoto 1985, año del primer torneo continental en esta categoría, iniciando una cadena que luego se convertiría en yugo con 6 triunfos charrúas y 4 igualdades.
Hasta los primeros diez minutos del segundo tiempo todo seguía igual. Nada hacía ilusionarse con un vuelco. Pero la hazaña llegó cuando Caputto recordó que es un estratega respetable y metió a la cancha al delantero Benjamín Osses y al pequeño e inteligente volante Danilo Díaz (1.56 de altura).
Recién ahí Chile estrujó su ADN guerrero y con buen fútbol maniató primero y arrolló después a la Celeste. Fue un 4-2 conmovedor que conduce a la Roja a su quinto mundial de la categoría, emulando al equipo de Rozental y Neira el 93, de Mirosevic, y Maldonado el 97, de Saavedra y Allende el 2015 y de Bórquez y Alarcón el 2017.
Uruguay no lo podía creer. Esta vez la hazaña fue roja y no celeste.
Del infierno a la gloria
Solo Caputto y los suyos sabrán por qué un equipo hecho para el combate se dejó avasallar por Uruguay en el primer tiempo.
En esos primeros 45 minutos la Roja era un puñado de sonámbulos que perdían todas las refriegas, no ganaban una sola carrera y eran estériles en sus escasos arrebatos ofensivos. No tuvo ocasiones de gol y su primera aproximación al área charrúa fue recién en el minuto 11.
La Celeste, al revés, parecía un gigante de nivel mundial. Era todo lo contrario que Chile y el 2-0 con que se fue al descanso era mezquino.
Noqueó a Chile en dos minutos. En el minuto 18, el lateral chileno Cristián Riquelme, el único que jugó mal todo el partido, dejó pasar el balón por su banda, permitiendo al puntero uruguayo centrar con comodidad para la llegada del goleador Douglas Arenzo que batió a Julio Fierro, cuya estirada baja fue burlada por un balón que se elevó tras rebotar en el central Daniel González.
En el minuto 20 llegó el 2-0. Otra pelota perdida en tres cuartos de cancha que en el costado izquierdo del área la cazó Juan Manuel Gutiérrez, cuyo disparo bajo fue débilmente manoteado por Fierro en el primer palo sin poder impedir el ingreso del balón a su valla.
Si Uruguay no elevó el marcador fue culpa suya. Lo tenía todo para aplastar a su rival, y solo lo dejó moribundo.
Eso fue fatal.
Porque en la segunda etapa, con los ingresos de Osses y Díaz, Chile por fin se apoderó del balón. A Uruguay no le molestó. Es más, como se ha repetido a lo largo de la historia, pensó que invitando a la Roja hasta su área crearía un contragolpe letal que pondría la lápida.
Pero ese tiro de gracia no llegó. Y Chile le devolvió el golpe porque también en dos minutos emparejó todo. En los minutos 61 y 63 el mediapunta Luis Rojas y el atacante Benjamín Osses dejaron groggy a los uruguayos.
Ambos tantos simbolizaron la remontada roja. Porque se urdieron con el buen fútbol recuperado.
En el descuento, Rojas bajó de pecho en el área chica un centro con lienza de Vicente Pizarro, y con sangre fría batió a Lukas González con un zurdazo a media altura. En la igualdad, Osses metió otro zurdazo desde el punto penal luego de recibir un centro atrás de Alexander Aravena, que llegó hasta el primer palo charrúa después de meterle un túnel al capitán uruguayo Enzo Siri.
¿Tarea cumplida? Con la igualdad Chile sumaba 7 puntos y llegaba casi clasificado a la jornada final del domingo. Otra selección nacional tal vez hubiese puesto el freno de mano. Pero este grupo eligió rematar al rival que estaba caído y desorientado.
El juego se hizo más parejo, pero Chile siempre eligió atacar. Aunque a veces fuese de contragolpe. Como en el minuto 89, cuando Aravena recibió libre a la entrada del área y tiró cruzado con la fortuna de que su tiro se elevó al dar en la espalda del zaguero Joaquín Sosa hasta alojarse lejos del portero González, en el vértice superior izquierdo de su arco.
Más de alguien gritó ¡clasificados! Pero el árbitro venezolano Juan Soto dio cuatro minutos de descuento y, ya se sabe, Uruguay muchas veces lo ha dado vuelta en la agonía.
Pero esta vez sus hazañas se tiñeron de rojo. Al mejor estilo celeste, faltando un minuto la defensa chilena despejó con un pelotazo largo y alto. Al mejor estilo nuestro, dos defensas uruguayos se turbaron y permitieron la filtración por la derecha de Aravena. El escurridizo cruzado, al mejor estilo de Antonio Alzamendi o Venancio Ramos, avanzó, levantó la cabeza y metió un centro preciso para Danilo Díaz. El remate del pequeño volante albo fue manoteado por González y, cual Luis Suárez o Edison Cavani, el nortino Osses arremetió en la boca del arco para inflar la red con un tiro violento que supo a desahogo histórico.
Gloria chilena, calvario uruguayo. Tanto, que no hubo espacio para las clásicas guapeadas charrúas cuando se retiran derrotados. Seguramente ya reservaban sangre fría para lograr la clasificación en la jornada del domingo.
A Chile eso ya no le preocupa. Con 9 puntos, quedó segundo tras la también clasificada Argentina que tiene 10. Si no se relaja, la Roja enfrentará a Paraguay con la ilusión de ser campeona si la albiceleste pierde en su despedida con Ecuador.
Sería el acabose para un logro histórico como es clasificar por segunda vez consecutiva a un mundial Sub 17.
PORMENORES
Campeonato Sudamericano Sub 17, Perú 2019
Hexagonal final, cuarta fecha
Estadio: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima
Árbitro: Juan Soto Arévalo (Venezuela)
URUGUAY (2): L. González; P. Milans, E. Siri, J. Sosa, A. Machado; A.Pérez (61′, M. Ocampo), S. Cartagena, V. Poggi (84′, M. Juambelst), C. Olivera (B. Guisolfo); D. Arezo, J. M. Gutiérrez M. Juambeltz.
CHILE (4): J. Fierro; D. Tati, P. Flores, D. González, C. Riquelme; C. Pérez (56′, D. Díaz), V. Pizarro; G. Tapia, L. Rojas (85′, Ch. Saldías), C. Díaz; A. Aravena.
GOLES: 0-1, 18′, D. Arezo, con un remate que rebota en González e inutiliza la estirada de Fierro; 0-2, 20´, C. Olivera, dispara desde la izquierda del área y doblega el manotazo de Fierro en el primer palo; 1-2, 61′, L. Rojas baja de pecho en el área chica un pase de Pizarro y doblega al arquero González pateando a media altura; 2-2, 63′, B. Osses remata rasante desde el punto penal recogiendo un centro de Aravena; 3-2, 89′, A. Aravena saca un zurdazo que da en la espalda de Sosa y al elevarse deja sin opción a González; 4-2, 93′, B. Osses culmina en la boca del arco un certero contragole protagonizado por A. Aravena y D. Díaz.
TARJETAS AMARILLAS: En Uruguay, Sosa; en Chile, Tati y Flores.