Columna de Iván Gajardo: CFK y el quilombo
La semiótica peronista se desplegó sin fisuras en defensa de Cristina Fernández de Kirchner (CFK). Banderas argentinas y partidarias, consignas y cánticos futboleros, bailes, encendidos discursos previos, choripanes y una marea multicromática retomó la histórica Plaza de Mayo.

La semiótica peronista se desplegó sin fisuras en defensa de Cristina Fernández de Kirchner (CFK). Banderas argentinas y partidarias, consignas y cánticos futboleros, bailes, encendidos discursos previos, choripanes y una marea multicromática retomó la histórica Plaza de Mayo.
Hacía mucho tiempo que en las protestas argentinas se escuchaba con fuerza la consigna “si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”. Pero a pesar de que a “La Jefa” la habían tocado varias veces, la vapuleaban en los medios e incluso le gatillaron sin éxito una pistola en la cabeza en septiembre de 2022, no se había armado ningún quilombo.
Pocas semanas después del fallido magnicidio, el poderosísimo diario Clarín, enemigo declarado de la ex presidenta, publicó una editorial con el sugestivo título “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”.
El enorme holding que abarca prensa escrita, medios digitales, TV, radio, telecomunicaciones, servicios empresariales y actividades culturales escribía, además, un curioso editorial que sugería algún tipo de vínculo entre ambos hechos: el atentado y la vía jurídica. Tampoco hubo una respuesta contundente, y probablemente eso envalentonó a los detractores “la señora”.
Pensaron que la atmósfera política, el dólar bajo, la inflación en relativo control y la promesa de más y más vacaciones en Miami y Brasil para la clase media les daban carta blanca. Carta blanca para completar la embestida elaborada con precisión artesanal desde su primera presidencia (2007-2011).
Prestigio hundido
Pero el peronismo es un fenómeno no comprensible bajo parámetros racionales, ni siquiera para los argentinos. No es una ideología ni una plataforma específica ni un grupo homogéneo de miradas sobre el rol del Estado y menos todavía sobre la economía. Es básicamente un modo de ejercer el poder, de gestionarlo y administrarlo.
Es un espacio que contiene y contuvo en su seno un amplio arco político. Desde la izquierda radical de montoneros y el ERP hasta la derecha ultraconservadora de la Triple A.
Todos ellos han reclamado en algún momento ser los verdaderos exégetas del líder Juan Domingo Perón.
Varios de esos fragmentos se cohesionaron en los últimos días (aunque no todos, nunca funcionó así ese movimiento) luego de que la Corte Suprema confirmara la condena por corrupción contra la ex presidenta.
Un fallo que dividió a los ciudadanos debido al muy discutible derrotero que siguió la causa desde su inicio. Y que incluyó a fiscales y jueces que jugaban al paddle y al fútbol con el ex presidente Mauricio Macri. Además de otros magistrados que fueron agasajados por Clarín en el paradisíaco lago Escondido, cerca de Bariloche.
Estas y otras salvajadas del Poder Judicial (el menos democrático de los tres poderes que componen la República), son las que hundieron el prestigio de la justicia trasandina hasta el suelo. Y que hacían evidente que un fallo de tanta trascendencia política y social provocaría la tormenta que finalmente sobrevino.
Amor, espanto y regreso al ruedo
Los argentinos suelen decir que el peronismo es una especie de Ave Fénix que resurge de sus propias cenizas. O que es como los chanchos, que cuando gruñen o chillan fuerte parece que se están peleando, pero en realidad se están reproduciendo.
Igual que el vínculo entre Borges y Buenos Aires, por estos días a las múltiples variantes peronistas no las une el amor, sino el espanto. Y decidieron izar la bandera blanca para reencauzar sus posibilidades electorales, muy devaluadas desde el estrepitoso fracaso de Alberto Fernández. Intentan proyectarse a futuro nuevamente.
A juzgar por lo que cantaban, gritaban y decían en la marcha del miércoles, el peronismo siente que transita un nuevo momento fundacional. La Cámpora (agrupación juvenil kirchnerista) dio muestras de una convocatoria y músculo político seguramente inesperado por ellos mismos. Mucho más si se advierte que ni la Confederación General del Trabajo (CGT) ni la totalidad de los gobernadores peronistas adhirieron a la marcha que congregó a un millón de personas, según los organizadores. O a 200 mil, según la prensa conservadora, y a 40 mil, según el gobierno. Un multiple choice en el que cada uno puede elegir la alternativa que prefiera, total vivimos tiempos en los que pesa más la verosimilitud que la verdad.
E=mp2
En la avenida de Mayo, la enorme energía que circulaba podría haberse calculado multiplicando la masa que asistió por alguna propuesta política al cuadrado. Es que ahora el desafío será transformar toda esa energía callejera en una plataforma política concreta, algo que no será fácil en absoluto.
La pelea se da en un cuadrilátero en el que escasean los razonamientos complejos y sobran las emociones, las estrategias de provocación. Se desarrolla además en un espacio digital polarizado. Es decir, la arena en la que los libertarios se mueven con una comodidad envidiable. Habrá que recuperar la calle y la política como espacios de debate que neutralicen el odio y la creciente confrontación de las redes.
Todas las encuestas señalan que CFK es la persona que reúne más votos y con un núcleo duro que no baja de 35%, cifra que podría haber crecido tras la condena.
Más apoyo y más rechazo
Esa incondicionalidad de sus adherentes tiene a veces dimensiones épicas, como durante la marcha cuando el mensaje grabado de la ex presidenta -sin imagen, solo su voz- fue escuchado en medio de un silencio sepulcral de los manifestantes (miles, decenas de miles o centenares de miles, dependiendo de la versión que uno quiera). Algo realmente inédito por las características de la movilización y por el ruido que la caracterizaba apenas segundos antes de la emisión.
CFK es también la figura que más rechazos reúne, más de 50% en cualquier registro que se consulte.
Tampoco es una buena noticia que la disputa se produzca en esa atmósfera que el escritor/filósofo francés Eric Sadin denominó “la era del individuo tirano”. Esa marcada por una lógica en la que somos individuos atomizados, desconectados y atravesados por nuestros méritos individuales mucho más que por nuestros compromisos con el otro, que es percibido crecientemente como un enemigo.
A todas luces el proyecto colectivo que encarna el justicialismo/peronismo y otras fuerzas políticas argentinas compiten en desventaja bajo esa hegemonía intelectual.
Y ahora, ¿qué?
Las cartas están echadas. CFK dominó la agenda semanal. Arrasó sin rival a la vista en los medios y las redes. La foto de ella en su balcón -ese espacio que integra desde sus inicios la simbología peronista- se multiplicó ad infinitum en los perfiles de cientos de miles de usuarios de redes, indignados algunos (sus detractores) o emocionados otros (sus simpatizantes), que “pimponearon” insultos hasta el hartazgo.
Pero una vez que todo se calme, indefectiblemente asomará en el horizonte el verdadero desafío: transformar esta liturgia en contenido político y en una propuesta que vuelva a enamorar a las masas que abandonaron el kirchnerismo tras su última lamentable experiencia en el Ejecutivo.
Los dos primeros rounds a la vista serán en septiembre, en las elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires. Y en octubre, en las legislativas nacionales. El resultado será interpretado como un mensaje de la sociedad a la política.
Septiembre marcará el humor electoral para la de octubre. Y ambos escrutinios darán una pauta de la relación de la sociedad con el ajuste, el empleo, la inflación… Y mostrarán si los argentinos le ponen o no un límite a las actuales políticas.
Para el antikirchnerismo, “La yegua está detenida y la macro ordenada”, que no es poco si uno interpreta los objetivos que ellos buscan hace años. Para los adherentes de la ex presidenta el escenario es propicio. Aunque es de esperar que a sus dirigentes no los domine la nostalgia y les quede claro que no se construye futuro mirando el retrovisor.