Columna de Pedro Lira: Juicio en el deporte, ocho escenas para una posta de seis meses
El fin legal de esta historia, cuya acta definitiva se conocerá el viernes 26 de abril, no es un legado con sensaciones alentadoras, ni para sentirse orgullosos.
Por PEDRO LIRA BIANCHI / Fotos: ARCHIVO
Mientras la selección de Chile de atletismo logró excelentes medallas de oro, plata y bronce en los Juegos Bolivarianos de la Juventud realizados en los últimos días en la ciudad boliviana de Sucre y cerca de una docena de atletas nacionales están con amplias posibilidades de quedar dentro del ranking y asistir a los Juegos Olímpicos de París 2024, un tercer hecho del atletismo nacional no nos permite pensar necesariamente en positivo.
Transcurridos seis meses desde el 2 de octubre pasado, el sábado 13 de abril se cerró el “juicio deportivo” en torno al relevo 4 x 400 damas de los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Sin duda y legítimamente, podrán sentirse tranquilos quienes eran responsabilizados de infringir el Decreto 22 (figura legal incluida en la Ley del Deporte 19.712, para tratar los temas del acoso y abuso sexual, la discriminación y el maltrato en el deporte), pero que, en definitiva, por unanimidad de sus integrantes, no fueron sancionados por el Comité Nacional de Arbitraje Deportivo (CNAD).
No obstante, el fin legal de esta historia, cuya acta definitiva se conocerá el viernes 26 de abril, no es un legado con sensaciones alentadoras ni para sentirse orgullosos.
El 13 de abril, los cinco integrantes del CNAD decidieron que los acusados, la ex atleta, entrenadora, vicepresidenta de la Federación Mundial de Atletismo (World Athletics) y ex alta ejecutiva de Santiago 2023, Ximena Restrepo, como también el técnico de atletismo, Marcelo Gajardo, encargado de la posta 4 x 400 damas en el evento continental, fueran declarados inocentes por no haber pruebas contundentes para sancionarlos.
A ambos, las atletas Berdine Castillo y Poulette Cardoch, más el entrenador Juan Pablo Raveau, de la Federación Atlética de Chile (Fedachi), habían acusado de trato discriminatorio y racismo.
Desde la noche del lunes 30 de octubre, fecha en que se corrió el relevo largo femenino en Santiago 2023, este polémico tema ha estado caracterizado, entre otros pormenores, por una alta y no habitual exposición mediática para un tema deportivo nacional; en paralelo, también ha habido un conjunto de hechos que podrían denominarse como poco pertinentes, en algunos casos como erróneos y con poca altura de miras, por lado y lado.
MOMENTOS PARA APRENDER
Primero: siendo un equívoco o no que el entrenador Marcelo Gajardo no se haya atenido a la decisión de la Comisión Técnica de Fedachi y haya por su cuenta cambiado a las componentes del equipo de Chile a pocas horas de realizarse la prueba del 30 de octubre, ¿es pertinente, digno y reflexivo que no pudiendo los entrenadores de Fedachi solucionar ellos el problema, se le haya comunicado éste al presidente de Fedachi, Juan Luis Carter, quien celular de por medio, haya decidido sacar de su cargo a Marcelo Gajardo?
Segundo: entendiendo los roles de Ximena Restrepo como entrenadora en Chile de la velocista Martina Weil (el titular no estaba en Santiago), siendo la madre de la misma y teniendo ella un conjunto de altos cargos deportivos, nacionales e internacionales, ¿era aconsejable su presencia en la pista de calentamiento en los momentos previos a la carrera habiendo en el estadio Mario Recordón personas a cargo del tema? ¿Cuál fue su aporte?
Tercero: ¿fue correcto que Valeria Alonso Soto, responsable institucional de Fedachi para llevar el tema del Decreto 22 (todas las organizaciones deportivas deben tener una/un responsable institucional), no cumpliera todos los pasos correctos en el primer intento de juicio de este caso e implicase, como consecuencia, que el CNAD declarase nulo ese proceso por desarrollarse en forma indebida?
Cuarto: el abogado Carlos Castro, ex presidente del CNAD hasta poco antes de Santiago 2023, y actual abogado de Ximena Restrepo y Marcelo Gajardo, trabajó en ese cargo, entre otros, junto a Eduardo Arévalo (presidente actual del Comité y quien presidió la audiencia del 12 y 13 de abril) y con Pablo Mois (actual secretario relator de la misma). Puede ser legal que se encuentren antes y ahora en diferentes papeles en un juicio llevado por el CNAD, pero para evitar suspicacias, dudas o malos entendidos ¿por qué mejor no se inhabilitaron Arévalo y Mois?
LAS HERIDAS SE CURAN
Quinto: días previos al juicio, algunos medios entrevistaron a Ximena Restrepo, quien no había emitido opinión alguna en seis meses. Ella negó los cargos en su contra y comunicó que solicitaría un avenimiento con quienes la acusaban; dijo comprender a Berdine Castillo y Poulette Cardoch en sus sentimientos; fue sincera al decir que podría ser perjudicada en lo nacional e internacional si perdía el juicio, y reconoció posibles errores de forma, especialmente en su tono de expresarse, pero insistió y negó haber sido racista.
Habiendo ganado el juicio y dejando un tiempo para que las heridas curen, ¿tendrá la idea y voluntad de acercarse a las atletas perdedoras para buscar una “reconciliación” en la denominada “familia del atletismo chileno”?
Sexto: el abogado Sebastián Buré (especialista en Derecho Administrativo y Ambiental), defensor de Castillo, Cardoch y Raveau (quienes acusaron), fue atleta no hace muchos años. Él competía por el club Phoenix de Temuco, ciudad de Juan Luis Carter, presidente de Fedachi. Entre ambos se conocen y en círculos atléticos se afirma que el timonel del atletismo nacional lo recomendó para tomar el caso.
A Buré se le vio y notó inseguro en el comparendo. El martes 16 la prensa publicó declaraciones de él que son errores profundos en dos temas. Dijo que parte importante de los miembros del CNAD que estuvieron en la sesión del 12 y 23 de abril habían sido nombradas por un presente en la sesión; además, indicó que Arévalo no era abogado y que como tal no tenía los conocimientos penales para llevar un caso como éste.
En cuanto lo primero, hay que consignar que de los cinco miembros del CNAD, dos son nombrados por el Instituto Nacional de Deportes y uno de ellos/ellas, tiene que ser abogado; los otros tres miembros del Comité los nombra el Plenario de Federaciones Deportivas pertenecientes al Comité Olímpico de Chile.
Respecto a lo segundo, es verídico que Eduardo Arévalo no es abogado, pero la normativa vigente no obliga que lo sea. En su web llamada Problemas.cl, él consigna que es asesor jurídico y comunicacional, con amplia experiencia en soluciones legales por internet, en la Corporación Deportes Down y en corretaje de propiedades.
Sebastián Buré consignó luego del juicio y esto queda como signo de interrogación para el CNAD, ¿por qué a las atletas acusadoras no se les permitió declarar en el juicio deportivo, mientras que sí lo pudieron realizar quienes estaban siendo responsabilizados de posibles faltas?
Ante los dichos del abogado Buré, el CNAD los rechazó como falsos e injuriosos y expresó el derecho de iniciar acciones legales y disciplinarias.
Séptimo: Al abogado Carlos Castro, defensor de Ximena Restrepo y Marcelo Gajardo, se le vio muy seguro en el juicio, tanto en su expresión clara, contundente y expresiva, como en los aspectos jurídicos de su defensa. Antes del juicio, él había afirmado que si la parte demandante no aceptaba el avenimiento, tendrían que probar tangiblemente sus acusaciones, lo que definitivamente no ocurrió.
El 16 de abril, Castro se mostró muy tranquilo y contento con el fallo. Afirmó que el tiempo curará las heridas y que con la posible sanción social que posiblemente se esté dando entre los chilenos contra los acusados, podría suceder algo semejante. Esos dichos conclusivos no dejan de ser reales y sarcásticos en el Chile que estamos viviendo.
EL DEPORTE ES LA RESERVA DE CHILE
Octavo: el viernes 12 de abril, Eduardo Arévalo Mateluna, presidente del CNAD, expresó en la audiencia judicial que como parte del proceso, él estaba obligado a invitar a las partes a lograr una conciliación. Esa, legítimamente, no se logró.
Como parte del mismo discurso, Arévalo expresó ideas en un tono muy paternalista y que, por muy deportivo que sea el caso y el contexto orgánico que él preside, parecen más expresiones voluntaristas y cuasi manipuladoras en el contexto verídico de que los Juegos Panamericanos del 2023 habían mostrado varias facetas positivas, pero, mezcló ello con el entorno político, indicando que el deporte era la única reserva que le queda a Chile y que en el deporte no hay delincuencia.
Esa última frase es del todo desmentible y daría para un estudio sociológico sobre las materias.
Así los hechos, es muy probable que la posta 4 x 400 de los Juegos Panamericanos siga dando coletazos en un futuro cercano. Si es así, es de esperar que ello no influya negativamente en la vida atlética de quienes han estado en el caso, especialmente para las deportistas que están con muchas posibilidades de representar a Chile en París 2024.
Sobre el Comité Nacional de Arbitraje Deportivo, las autoridades de gobierno y del Parlamento debieran darse un tiempo para pensar si este órgano requiere modificaciones para mejorar su accionar, entre otras materias, por ejemplo, permitiendo que quienes presiden los paneles y/o audiencias sean abogados, o permitiendo que éste sea un organismo totalmente independiente de otros entes del deporte, como el IND o el COCH. En concreto, que sea un tribunal en que sus integrantes o personeros no tengan relación directa con la actividad deportiva.