Columna de Sergio Gilbert: El Real Madrid y su inesperado héroe

Joselu no parecía ser el escogido ideal para dar vuelta el difícil encuentro ante Bayern de Munich, aunque sí para el técnico Carlo Ancelotti, uno que siempre ve lo que otros no.

Por SERGIO GILBERT J. / Foto: AGENCIAS

Aunque el 2-2 obtenido en el partido de ida jugado en Munich le entregaba el favoritismo en el encuentro de vuelta, Real Madrid estaba sufriendo lo indecible ante Bayern Munich en el mismísimo estadio Santiago Bernabéu. Quedando tres minutos para que se cumplieran los 90, los españoles caían 1-0 ante los alemanes (tras golazo de Alphonso Davies a los 67’) y se quedaban fuera de la final de la Champions League.

¿Batalla perdida? Para nada. El entrenador de los madridistas, Carlo Ancelloti, tenía guardado un as bajo la manga. Y uno que no gustó mucho en la hinchada local: hizo entrar al delantero Joselu por el volante uruguayo Federico Valverde.

Joselu (cuyo nombre es José Luis Mato Sanmartín) parecía ser una opción desesperada de Carletto. El atacante español, de 34 años, nacido curiosamente en Alemania (Stuttgart) regresó la temporada anterior a Real Madrid después de once años.

El atacante, pese a haber sido seleccionado español sub 19, sub 20, sub 21 y adulto, no tenía cabida alguna en el equipo merengue, eclipsado por delanteros de la talla del portugués Cristiano Ronaldo, el francés Karim Benzema, y los argentinos Gonzalo Higuaín y Ángel Dimaría, por lo que tuvo que dar una vuelta larga -y sin mucho brillo- antes de volver a ponerse la camiseta blanca (estuvo en Hoffenheim, Eintracht, Hannover 66, Stoke City, Deportivo La Coruña, Newcastle, Alavés y Español antes de su retorno).

Por eso Joselu no parecía ser el escogido ideal para dar vuelta el difícil encuentro ante Bayern de Munich (aunque sí para el DT Ancelotti, uno que siempre ve lo que otros no).

Y se transformó en el inesperado héroe de la jornada.

A los 88’, Joselu recogió el inesperado y deficiente rebote que dio el arquero Manuel Neuer (hasta ahí, una de las figuras del partido) para el 1-1, y a los 90+1’, nuevamente dando una clase pragmática de lo que deben hacer los delanteros de área, les entregó a los madridistas una remontada heroica, épica e histórica, que mandó a Real Madrid a la final del 1 de junio en Wembley ante el sorprendente Borussia Dortmund.

Tras su gran partido, quizá el mejor que tendrá en su carrera y luego de fundirse en un abrazo con su compañero y concuñado Dani Carvajal, Joselu, quizá al mismo tiempo reviviendo el dolor y la pena que tiene en el alma desde hace muchos años (su abuela se suicidó y días después su abuelo murió de la pena), se acordó de su familia, aquella que lo ha acompañado en su largo peregrinaje como simple gregario: su esposa Mel Cañizares (gemela de Daphne, la esposa de Carvajal) y de sus pequeños hijos, Leo y Lucas.

El rostro de Mel, ex modelo y actual influencer, está tatuado en la rodilla de Joselu, simbolizando así la gran conexión entre ambos y diciendo públicamente que el jugador madridista la señala como esencial en su tortuosa carrera.

Por eso, para ella, en especial, fue dedicada su noche gloriosa de héroe.

Joselu nunca pensó que viviría una jornada que sería contada en todo el mundo con él como protagonista.

Pero el fútbol, y también la vida, de repente dan estos guiños inesperados.