Columna de Sergio Gilbert: Franz Beckenbauer, 10 historias del mejor de todos los zagueros
Con la muerte del Kaiser se da inicio a su leyenda. El fútbol no fue el mismo desde que él entrara a la cancha y se encargara de modificar los paradigmas del defensor, del líbero. Es la hora de repasar capítulos…
Por SERGIO GILBERT J. / Fotos: ARCHIVO
No fue un anuncio del todo sorpresivo. Hace algunos días, se dio a conocer, en un documental emitido en la televisión alemana, en boca de su hermano Walter, que Franz Beckenbauer estaba gravemente enfermo. En ese momento no se reveló cuál era su afección. Sólo trascendió que tenía un “deterioro importante que afecta tanto a su juicio como a su memoria, sin perspectivas de mejora”, que se había declarado luego de otros padecimientos sufridos por el Kaiser, ya que fue operado en dos ocasiones del corazón y le tuvieron que reemplazar la cadera en otra cirugía, además de perder la visión en el ojo derecho.
Beckenbauer se fue del mundo tres días después de la partida de otro grande del fútbol: el brasileño Mario Zagallo.
Y como aquel, el Kaiser dejó historias para contar una y otra vez.
Una cachetada histórica: Beckenbauer llegó al primer equipo del Bayern en mayo de 1964. Y aunque sorprenda, el detonante para llegar al club fue una bofetada. Así es. Y es que, a los 12 años, Beckenbauer participaba en un torneo escolar del sudoeste de Múnich vistiendo los colores de SC 1906 Obergiesing. Su rival sería el TSV 1860, el club número uno de la ciudad en aquella época y al cual el futuro Kaiser estaba optando a integrarse. No obstante, un jugador contrario le dio una bofetada cuando el árbitro estaba de espaldas. Y el niño Franz no estaba dispuesto a permitirlo, por lo que dio marcha atrás a su decisión y se marchó al Bayern, el gran rival el TSV 1860. Uno de esos fortuitos sucesos que cambian la vida…
¿Por qué le llamaron el Kaiser?: El motivo exacto por el que Beckenbauer recibió el apodo de Kaiser no está claro. Hay varias teorías. Una gira en torno a la final de la Copa DFB de 1969 ante el FC Schalke 04. Después de que Beckenbauer sólo fuera capaz de parar con un agarrón a Reinhard Stan Libuda, jugador del Schalke y apodado el «rey de Westfalia», parte de los 64 mil espectadores del Waldstadion de Frankfurt le pifiaban cada vez que entraba en contacto con la pelota. En algún momento del encuentro, Beckenbauer tomó el esférico y empezó a hacer malabares con él delante de la grada donde se ubicaban los aficionados del Schalke. Los jugadores contrarios no se lo impidieron y los pitidos se amilanaron a lo largo del partido. Tras el final del encuentro, la prensa comentó: “Beckenbauer ha triunfado sobre el rey Libuda, algo que sólo puede hacer una persona: ¡El Káiser Franz!”.
Súper ganador, y siempre de capitán: Franz Beckenbauer tuvo una trayectoria notable en sus 19 años como jugador profesional. Pero la mayor gloria en cuanto a títulos la vivió entre 1972 y 1974. Y es que en 1972 fue campeón de Europa con Alemania mientras que en 1974 fue campeón de la Copa de Europa con Bayern Munich (ganándole la final a Atlético Madrid) y un par de semanas después obtuvo la Copa del Mundo de la FIFA al superar a Holanda. En las tres ocasiones, el Kaiser fue el capitán y el que tuvo el privilegio de alzar las copas.
El cambio de un paradigma: Franz Beckenbauer no sólo fue el mejor jugador de la historia en Alemania, el mejor defensor en la historia del mundo o el primer zaguero que ganó un Balón de Oro no sólo por sus títulos, sino porque fue un revolucionario en su puesto. Jugaba de líbero, y comenzó siendo un barredor o un hombre libre para asistir a sus compañeros en la zaga. Pero él transformó el puesto porque a su juego le agregó audacia ofensiva para romper líneas y llegar al área rival. Por ello, en gran parte de su carrera también se desempeñó como volante central. Tenía convicción, seguridad y talento.
En Chile jugó dos veces… y pudieron ser tres: El defensor alemán jugó dos veces en nuestro país. Con su equipo Bayern Munich enfrentó a Universidad Católica en el Estadio Nacional en 1966 donde el equipo germano se impuso 4-1. En 1968, en tanto, Beckenbauer volvería a Ñuñoa para disputar un amistoso a nivel de selecciones. A pesar de partir perdiendo temprano en el encuentro tras gol de Lothar Ulsaß, la Roja terminaría ganando con goles de Pedro Araya y Alberto Fouillioux. Ese mismo año, Beckenbauer pudo haber jugado otro partido en Chile frente a Colo Colo con la camiseta de Bayern. Sin embargo, el Kaiser llegó lesionado -según relata el historiador Sebastián Salinas- razón por la cual el pleito se jugó, pero los alemanes tuvieron que devolver el dinero pagado para que Beckenbauer jugara. El partido lo ganó Bayern 3-2.
Un gladiador en el Partido del Siglo XX: Tras perder con gran polémica la final de la Copa del Mundo 1966 ante Inglaterra, Beckenbauer y Alemania llegaron a México 1970 con la intención de reivindicarse. No pudieron. En las semifinales, los germanos cayeron por 4-3 en l prórroga ante los italianos en un encuentro que fue tan emotivo y cambiante que se le ha denominado el Partido del Siglo XX. El Kaiser jugó ese partido como un verdadero gladiador porque tuvo que soportar la parte final y decisiva del encuentro con el brazo en cabestrillo por una clavícula rota.
Un entrenador sin mucha pasión: Pese a haber llevado a Alemania a dos finales del mundo (1986 y 1990) el Kaiser no vibraba con la labor de DT. Tras dejar de dirigir a su selección luego de ganar el Mundial de Italia, tuvo un breve paso por Olympique de Marsella para luego dedicarse a algo que le gustaba más: ser dirigente y tomó la dirección de Bayern Munich junto a Karl-Heinz Rummenigge y Uli Hoeness.
Se lleva otro Mundial: La carrera dirigencial de Beckenbauer fue prolífica. Y su gran triunfo fue obtener en 2000 la sede de la Copa del Mundo 2006 ganándole a Sudáfrica. En tal Copa del Mundo el Kaiser fue la cara visible del Comité Organizador Local (COL) lo que lo catapultó a convertirse en la mano derecha de Joseph Blatter en la FIFA.
¿Y los nazis?: Como promotor del Mundial 2006, el Kaiser visitó todos los países participantes de las eliminatorias. Incluido Chile, por cierto. Y en una conferencia de prensa vivió un momento de tensión y de sorpresa cuando un periodista le preguntó qué opinaba del “verdadero Kaiser” (Adolf Hitler) y de que hubiese nazis en territorio chileno (Colonia Dignidad). Beckenbauer sólo dijo que no sabía de eso…
Castigado por unos pocos días: Como vicepresidente de la FIFA, Franz Beckenbauer fue acusado, al igual que sus colegas, de recibir coimas para designar a Rusia y Qatar para organizar los mundiales 2018 y 2022. Fue por ello sancionado con cinco años para ejercer labores como dirigente pero el castigo sólo duró 14 días al comprobarse que el Kaiser no había recibido coimas.