Copa Libertadores 2024: Colo Colo y Palestino tienen exigencias, pero limitado favoritismo

Los dos equipos salen a la escena del torneo subcontinental con dudas, con algunas certezas, pero, fundamentalmente con más ilusión que derechos adquiridos.
Por SERGIO GILBERT J. / Foto: ARCHIVO PHOTOSPORT
A estas alturas, no estamos para “vender humo” ni creernos “la última chupada del mate”: sea cual sea hoy el reto internacional para un equipo chileno, todo hay que verlo con excesiva precaución, porque estamos en el sótano competitivo y con escasos porcentaje de éxito a la hora de acometer cualquier desafío. Cualquiera.
No se trata de ser pesimista. Es la triste realidad. Esa que nos dice que a nivel de selecciones hace rato que Chile no logra clasificarse a algún torneo (basta acordarse el paupérimo papel de la Sub 23 en el reciente Preolímpico de Venezuela y recordar en qué lugar de la tabla de la eliminatoria sudamericana para el Mundial 2026 está La Roja) y hacer la cuenta de hace cuántos años que un equipo nacional no llega a instancias importantes a nivel sudamericano (el último fue Coquimbo Unido en la Copa Sudamericana 2020 cuando fue semifinalista).
Por eso es que, de cara a la nueva participación de las escuadras nacionales en la Copa Libertadores, -que se inicia con los partidos de Palestino contra Portuguesa (Venezuela) y Colo Colo ante Godoy Cruz (Argentina)- de verdad es que no hay que hacerse grandes ilusiones: hay exigencias para ambos, por supuesto, pero en ningún caso existe favoritismo indiscutible en sus respetivas llaves que apuntan a la clasificación a la fase de grupos.
Es verdad. Los rivales de los equipos chilenos no son ninguna maravilla y no tienen mucha historia en el plano internacional. Pero Palestino y Colo Colo tampoco cuentan en estos momentos con planteles poderosos ni menos cercanos a los que alguna vez tuvieron y que les dio posibilidad de competir con cierta propiedad en esta misma Copa.
Son planteles normales, aun contando con la presencia en Colo Colo de un astro de talla mundial como Arturo Vidal. De hecho, el armado de jugadores que han hecho ambos equipos en el receso veraniego ha estado más enfocado a potenciarse de cara al torneo nacional que a competir con cierta ambición en la Copa Libertadores. Decir otra cosa simplemente es mentir.
La culpa no es sólo de ellos, en todo caso. La pésima estructura organizativa del fútbol chileno también afecta la ilusión de los equipos nacionales que van a la arena internacional.
Un dato no menor es el poco rodaje que tendrán Palestino y Colo Colo cuando se estrenen en la Copa Libertadores.
Los tricolores debutarán el martes 20 de febrero en Venezuela y sólo llegarían a ese compromiso con sólo un partido oficial jugado: ante Everton, por la primera fecha del Torneo Nacional. Eso, claro, si no se termina el paro determinado por el Sifup.
Colo Colo, a su vez, que se estrena el jueves 22 de febrero en Mendoza ante Godoy Cruz, al menos ya tiene un encuentro asegurado: el que jugará este domingo ante Huachipato por la Supercopa, al que podría sumarse -sin paro mediante- el encuentro ante Unión Española por el campeonato.
Así y todo, los albos igual llegarán en desventaja porque los argentinos habrán jugado ya cuatro fechas de la liga trasandina.
Claro, estos elementos pueden no ser los únicos a considerar. También hay otros que, por el contrario, pueden reforzar la fe.
Palestino, más allá de las bajas que tuvo -entre otros se fueron el volante Agustín Farías y el atacante Maximiliano Salas- tiene un funcionamiento base con la mano técnica de Pablo “Vitamina” Sánchez que lo puede mostrar como un equipo estabilizado.
Colo Colo, en tanto, aparte del factor Vidal, ha logrado mostrar en los partidos amistosos que ha disputado cierta idea táctica que parece acomodar a los jugadores, además de contar con un DT como el argentino Jorge Almirón que tiene buenas experiencias en competencias a nivel sudamericano (llevó sorpresivamente a Boca Juniors en 2023 a disputar la final de la Copa Libertadores).
En fin, no es para echarse al suelo y ponerse el parche antes de la herida, pero tampoco estamos para hacernos los lindos y creer que estamos encima del otro por nombre o historia.
Palestino y Colo Colo salen a la escena de la Libertadores con dudas, con algunas certezas, pero, fundamentalmente con más ilusión que derechos adquiridos.
Es lo que somos.