Copa Libertadores: para Colo Colo, definir de local, es un trauma

Los albos tienen la posibilidad de acceder a los octavos de final del torneo sudamericano recibiendo el próximo jueves 29 en el Monumental a Deportivo Pereira. ¿Una ventaja? Para nada: nunca en este milenio la escuadra alba ha aprovechado esa oportunidad.
Por SERGIO GILBERT J. / Fotos: ARCHIVO
Está claro que Colo Colo ha debido bregar contra su propia irregularidad en su participación en la Copa Libertadores 2023. La escuadra dirigida por Gustavo Quinteros, a falta de una fecha para el término de la fase de grupos, se encuentra última con cinco puntos y diferencia de goles -2 producto de una victoria, dos empates y dos derrotas en su disputa ante Boca Juniors (Argentina), Deportivo Pereira (Colombia) y Monagas (Venezuela).
Pese a ello, el campeón chileno llega a la fecha final con posibilidades de clasificación a la fase siguiente. La fórmula es simple: si le gana a Deportivo Pereira en Santiago y Monagas no derrota a Boca Juniors (que ya está clasificado), Colo Colo quedaría entre los 16 mejores equipos de la Copa.
Pero, aunque pudiera pensarse que los albos tienen ventajas por definir en su estadio, lo cierto es que la historia reciente dice lo contrario: durante el presente milenio, ante siete situaciones similares, Colo Colo nunca logró el objetivo. Es decir, jugando en el Monumental y requiriendo de un resultado, nunca lo obtuvo y terminó eliminado.
UN DURO REGISTRO
Estos son los ingratos registros de Colo Colo en un reto que, en su momento, parecía abierto para una fiesta, pero que terminó siendo una especie de calvario.
2008: Fue ese el primer año de una lista de frustraciones. El equipo albo dirigido por Claudio Borghi debía derrotar en el Monumental a Atlas de México para acceder a la siguiente ronda (no le importaba el resultado entre Boca Juniors y Maracaibo). Pero los albos no pudieron. Sólo empataron 1-1 con los aztecas que así ganaron el grupo, y si bien Colo Colo quedó igualado con Boca en puntaje (10), quedó fuera por diferencia de goles (+2 contra +3 de los xeneizes).

2009: Al año siguiente, el drama para Colo Colo fue igualmente profundo. Esa vez, los blancos tuvieron dos rivales brasileños en el grupo (Sport Recife y Palmeiras) y un ecuatoriano (Liga Deportiva Universitaria). El equipo dirigido por Marcelo Barticciotto dio el gran golpe al vencer 3-1 a Palmeiras en Brasil y parecía que todo iba encaminado a la clasificación. Pero se produjo una crisis interna entre el DT y algunos jugadores (llamados “camilleros” por la prensa) y Barticciotto terminó renunciando en medio de la disputa de la Copa. Así y todo, ahora con el paraguayo Gualberto Jara como entrenador de emergencia, los albos llegaron a la última fecha del grupo con opciones de clasificación a octavos. Sólo debían empatar con Palmeiras. Pero a los 87’, y pese a jugar con 10 hombres, los brasileños se llevaron la victoria luego de que Cleiton Xavier clavara la pelota en el arco chileno enmudeciendo el Monumental.
2010: Las penas albas se prolongaron por tercer año consecutivo, aunque en esta ocasión la opción era más complicada. El grupo 7 lo completaban Vélez Sarsfield (Argentina), Cruzeiro (Brasil) y Deportivo Italia (Venezuela) y para acceder a la siguiente ronda, en la última fecha Colo Colo no sólo debía derrotar a los brasileños en la cancha de Macul, sino que hacerlo por goleada por la gran diferencia de goles que había entre ambos equipos (-2 la de los albos, +6 la de los brasileños). Al final dio lo mismo eso: el partido terminó 1-1.
2011: La historia siguió a modo de maldición, pero ésta fue quizá una de las peores. Colo Colo era dirigido por Américo Gallegos, un DT experimentado y mañoso, y tuvo que enfrentar en la primera fase de la Copa a Cerro Porteño (Paraguay), Santos (Brasil) y Deportivo Táchira (Venezuela). El conjunto albo dio pelea e incluso tuvo una gran victoria como local ante Santos con el joven delantero Neymar Junior es las filas de la escuadra brasileña (que a la postre, ganaría la Copa de ese año). En la fecha final del grupo, Colo Colo sólo requería de un empate ante Cerro Porteño para ir a octavos. Y pareció que lo lograría sin problemas porque se puso en ventaja de 2-0 con tantos de Cristóbal Jorquera y Esteban Paredes. Pero vino el relajo. Y el drama. Los paraguayos lograron descontar al término del primer tiempo cuando Colo Colo jugaba mejor y en el segundo tiempo todo fue de mal en peor para el equipo chileno. El empate de Cerro llegó al iniciarse las acciones y Colo Colo no supo volver a tener el control del partido. A los 88 minutos, llegó el baldazo de agua fría. Jonathan Fabbro, quien antes había jugado en Chile (en la UC) despachó un fuerte y colocado tiro libre que superó la resistencia del arquero Francisco Prieto. El Monumental, silencioso pese a los 30 mil espectadores que había, fue el marco desolador de una derrota para llorar.
2016: Tras una pausa de cinco años, Colo Colo volvió a tener la opción de amarrar su paso a la segunda fase de la Copa Libertadores jugando sus cartas en Santiago. Ahora parecía accesible porque ganando a Independiente del Valle (Ecuador) lograba su objetivo. Pero la escuadra de José Luis Sierra se la farreó. Tiros en los palos, atajadas increíbles y una ocasión de gol imperdible que el argentino Matías Tonzo perdió impidieron quebrar el 0-0 que dejó a los albos fuera de camino y que llevaría a los ecuatorianos hasta la final copera de ese año.

2020: Esta vez el cierre en el Monumental fue doloroso y hasta patético. Para clasificarse a segunda ronda, la escuadra nuevamente dirigida en forma interina por Gualberto Jara, debía derrotar en su estadio a Jorge Wilstermann (Bolivia) y esperar que Peñarol (Uruguay) no hiciera lo mismo ante (Atlético Paranaense). No sirvió de nada tanto cálculo: Colo Colo perdió con los bolivianos 1-0 en el Monumental.
2022: El recuerdo está más fresco. En un estadio Monumental vacío, los albos tenían que imponerse a Fortaleza (Brasil) -al que Colo Colo había derrotado en la primera fecha como visitante- para acceder a los octavos de final. Una actuación bajísima de la defensa, la expulsión de Jeyson Rojas y el escaso poder de fuego dejó a los albos fuera de camino al caer 4-3.