Crónicas de Sergio Ried: ¿Qué cobra señor árbitro?
Las versiones sobre la aparición de un silbato para que el juez controle el juego son disímiles, pero nadie duda de su eficacia.
Por SERGIO RIED / Fotos: ARCHIVO
Hoy nos parece lo más normal que el fútbol y muchos otros deportes y actividades, sean regidos por un pitazo. Pero esta manera de imponer el orden en un encuentro deportivo o actividad, no siempre fue así.
Porque no fue hasta el año 1878, en que este instrumento, creado por el inventor británico Joseph Hudson, fue utilizado por primera vez, de manera oficial, en un partido de fútbol entre Nottingham Forest y Sheffield Norfolk, aunque diarios de la época mencionaban un silbato «tipo policía» en 1872.
EL PITO DEL PERRO
Sin embargo, hay versiones pintorescas y curiosas sobre el tema, como la que cuenta que mucho antes de ese partido emblemático en Birmingham, un árbitro de apellido Hudgens, en una liga local, al ver que en un partido que dirigía nadie le prestaba atención a sus gestos con el brazo, a un palo en el aire ni a su pañuelo blanco, recurrió al silbato que tenía para llamar al perro y el juego se detuvo de inmediato.
Ese habría sido el puntapié inicial del actual pito de los árbitros, según algunos historiadores.
DEL PITAZO AL VAR
Mucha agua ha pasado bajo el Támesis y muchas nociones han desfilado por la International Football Association Board (IFAB), para llegar al momento actual del deporte más popular del mundo
Desde que el francés, creador de la Eurocopa y presidente de la UEFA, Henri Delaunay, en su época de árbitro, recibió un pelotazo que le quebró tres dientes y le hizo tragarse el pito, hasta aquel árbitro de fútbol americano al que, durante un partido jugado en plena nevazón, en New England, Estados Unidos, se le congeló el pito en los labios y hubo de ser llevado a un hospital, son muchos los chascarros y malos momentos vividos por jueces de fútbol en todo el mundo, debido principalmente a errores de apreciación de una jugada, un gol mal cobrado o un offside dudoso.
Incluso ha habido árbitros heridos de gravedad y otros al borde de la muerte, por agresiones de furibundos hinchas.
Hasta que en marzo de 2016, la FIFA decidió implantar un sistema de apoyo extra llamado Video Assistant Referee (VAR), que por medio de avanzada tecnología, permite que tres o cuatro jueces instalados en una cabina, puedan ver cada jugada desde distintos ángulos, repetirla cuantas veces quieran e informar al juez principal sobre determinada situación del juego.
Así, éste puede emitir su fallo casi con un 100% de efectividad, sin exponerse a críticas, ni empujones e insultos, aunque siempre siguen existiendo y lo seguirán mientras esté involucrado el ojo humano y el criterio de cada uno.
Ya no dependen sólo del silbato del perro.