Esta Roja Sub 20 algo debe tener para ganarle dos veces a Brasil
La Selección Juvenil chilena, que había vencido en La Pintana a la “Canarinha” por 3-0, esta vez repitió en Rancagua (3-2), mostrando pinceladas de buen fútbol, un arquero que es todo un hallazgo, y ese temperamento que es imprescindible para sacar un partido adelante tras ir dos veces en desventaja.
Por EDUARDO BRUNA / Fotos: ANFP
Ganarle dos veces seguidas a Brasil, en cualquier serie, no lo logra cualquiera. Para ello hay que poner fútbol, porque de eso se trata, pero también una buena cuota de sangre y temperamento. Y esta Selección Chilena Sub 20, que dirige el “Pato” Ormazábal, demostró pinceladas de buen fútbol y ciertas rusticidades, sobre todo defensivas, pero todo ello lo soslayó para volver a doblegar a la “Canarinha”, esta vez por 3-2, luego de que el pasado jueves, en el Municipal de La Pintana, la derrotara por un categórico 3-0.
Sobre los 80 minutos de juego, y estando el marcador igualado 2-2 en el estadio El Teniente, de Rancagua, se produjo una jugada que no puede graficar más claramente lo que apuntábamos antes. Morales peleó una pelota sobre la banda y, al caer, quedó en claro que era una disputa perdida. Sin embargo, el lateral de la U no dudó en trancar con la cabeza, con tal de que Angelo no se la llevara. Y no es una analogía. No es echar mano a esas exageraciones que constituyen casi el folclore del fútbol. No. Morales efectivamente metió la cabeza para impedir el eventual avance brasileño.
Digamos, además, que no cualquiera vuelca, frente a Brasil, una desventaja. Y esta Roja Sub 20 lo hizo dos veces, porque estuvo abajo en el marcador la mayor parte del tiempo. Porque recién corrían 6 minutos de juego cuando una ostensible falla del central Avilés permitió la entrada libre de Marcos Leonardo, que fusiló a Reyes. Y cuando sobre el filo de la primera etapa igualó la Rojita, mediante penal servido por Conelli, a poco de comenzado el segundo tiempo Morales cometió también penal en el área chilena y el mismo Marcos Leonardo se encargó de poner nuevamente en ventaja a Brasil.
La verdad, el partido no se veía muy auspicioso que digamos. En la búsqueda del empate, la Sub 20 podía dejar espacios que los veloces y hábiles atacantes brasileños podían aprovechar. Con mayor razón cuando, en el centro de la zaga, el muchacho Avilés, que juega por Racing de Avellaneda, se mostraba muy permeable y excesivamente rústico. A pesar de su buena estatura para el puesto, por arriba tampoco mostraba mucha solvencia.
El gran mérito de este equipo fue que nunca bajó los brazos. Y en el mediocampo tuvo un jugador al que hay que seguir. Porque Cordero, de los registros de la U, se transformó en el incansable fogonero, bien secundado por León y Maturana. Estoy imaginando que los sabios del fútbol ya deben estar definiéndolo como un “volante mixto”, porque quita y juega. No, zopencos. Todo volante debe saber hacer las dos, lo que ocurre es que, como en todo orden de cosas, hay jugadores mejores y más completos que otros. Mejores y peores. Y este Cordero, sin dudas que está entre los buenos.
El “hambre” también jugó un papel fundamental en el vuelco. El “hambre” y la capacidad, por cierto. Porque mientras el arquero Vicente Reyes se mostró siempre solvente, transformándose en toda una garantía, Vásquez, el lateral derecho de Magallanes prolongó su feliz momento, yendo a conectar de cabeza un córner servido por Cruz para, ganándoles a los defensores brasileños, hacer llegar el balón a las mallas ante el sorprendido rostro de los defensores de la “Canarinha”.
Joan Cruz, el de Colo Colo, no se quedó en ese bien servido tiro de esquina. Peleó, pidió la pelota y no titubeó en rematar al arco de distancia. Sin embargo, su mayor aporte lo condensó en el minuto 87, cuando enganchó y, tras superar a su marcador, parecía que perdía irremediablemente la pelota. Sin embargo, el volante albo volvió a lucharla ante dos defensores y les ganó a ambos, para cerca de la línea de fondo darle al balón un sutil toque que llegó a las mallas tras la arremetida de Lolas, en la boca del arco. Pareció que era gol igual, pero no estuvo mal que el muchacho talquino, ingresado poco antes, sobre la línea misma lo confirmara.
Con sus ripios, con sus falencias, este equipo del “Pato” permite ilusionarse para el Sudamericano de enero en Colombia, clasificatorio para el Mundial de la categoría de Indonesia. Frente a Brasil demostró ser una fuerza nada de desdeñable, que además se vería reforzada cuando Osorio y Assadi, los muchachos azules, puedan integrarse al equipo luego que Berizzo los llevara a Europa sólo para que pasearan y conocieran.
PORMENORES
Partido amistoso.
Estadio: El Teniente, de Rancagua.
Público: 6 mil espectadores, aproximadamente.
Árbitro: Cristián Garay.
Chile Sub 20 (3): V. Reyes; M. Vásquez, B. Roco, T. Avilés, M. Morales; P. Guajardo, M. Maturana, R. Cordero, M. León; G. Norambuena, V. Conelli. DT: Patricio Ormazábal. Cambios: 60’, J. Cruz por Maturana; 79’, M. Lolas por Guajardo; 90+3’, E. Calderón por Conelli.
Brasil Sub 20 (2): Kaua Santos; Arthur, Weverton, Beraldo, Kaiko Bruno; Vïctor Hugo, Andrey, M. Franca; Vitor Roque, Marcos Leonardo y Matheus Martin. DT: Ramón Menezes. Cambios: 60’, Marlon por Arthur; 75’, Amaral por Víctor Hugo, Angelo por Vitor Roque y Erick por Matheus Martin; 84’, Cuibanaio por Kaiko Bruno y Kawan por Andrey.
Goles: 6’, Marcos Leonardo (BR); 43’, Vicente Conelli, de penal (CH); 54’, Marcos Leonardo, de penal (BR); 69’ Matías Vásquez (CH); 87’ Manuel Lolas (CH).
Tarjetas amarillas: Roco, Cruz, Guajardo y León (CH); Weverton, Andrey, Víctor Hugo y Marcos Leonardo (BR).