Festival Fauna Primavera: un viaje intenso a la memoria pop de los 90

Con una multitudinaria asistencia, Blur y Pulp encabezaron este evento que reunió a dos de las bandas más emblemáticas del britpop y que trajo cuantiosa nostalgia noventera con sus dinámicos conciertos.
Por RODRIGO CABRILLANA / Foto: ARCHIVO
Las correrías comenzaron el jueves a media tarde, cuando se rumoreaba que Blur (foto principal) arribaría al aeropuerto internacional después de su debut e histórica actuación en la ciudad de Bogotá. La presencia del club de fans y algunos agentes de seguridad confirmaba que el vuelo LA581 proveniente de la capital colombiana transportaba a los integrantes de la banda londinense.
Tras la espera del tiempo parcial en que los pasajeros de vuelos comerciales demoran en salir del terminal aeroportuario, Damon Albarn, frontman del grupo de rock británico, escoltado por “Smoggy”, el clásico guardaespaldas al que Blur dedicó su último disco, pasó raudamente para embarcarse a su hotel de destino, mientras algunos fanáticos luchaban incansablemente por obtener algún autorretrato fotográfico o firma en uno de sus discos del líder de Blur.
El guitarrista Graham Coxon siguió el mismo camino, a diferencia del bajista Alex James y el baterista Dave Rowntree que se detuvieron por algunos instantes para ocuparse de los requerimientos de sus seguidores.
Los primeros participantes del Festival Fauna Primavera que se celebraría el viernes 24 y sábado 25 en las instalaciones de uno de los parques de la Ciudad Empresarial de Huechuraba, comenzaban a llegar al país, y la magnitud de los acontecimientos, avizoraba intensas jornadas musicales para el fin de semana.
De hecho, el festival que cuenta con numerosas versiones desde 2011, no solamente tenía a Blur como cabeza de cartel, sino también a los otros británicos Pulp, los argentinos Babasónicos, el postpunk bielorruso de Molchat Doma y también el grupo indie de rock estadounidense Warpaint, compuesto solamente por mujeres.
Pero los encargados de iniciar los espectáculos el viernes, fueron el músico y productor local Andrés Nusser y el proyecto Rubio, encabezado por la vocalista Fran Straube. Luego siguió la compositora, cantante y multiinstrumentista estadounidense Weyes Blood y los shows se dispersaron en su accionar.
El escenario Vans y el escenario Banco de Chile se turnaban para ir dando cabida a cada uno de los participantes. La calurosa tarde primaveral de viernes y la vista a los cerros que cercan la Ciudad Empresarial les daban un toque seductor al ambiente que rodeaba al festival.
La finalización del turno de Warpaint en una novedosa performance, y el inicio de Róisín Murphy, aproximaban lo que sería la ráfaga musical de Blur. Una actuación que se resume en una elegancia musical, con colores pop pero también con sofisticación rockera.
El concierto de Blur abre con el tema “The Ballad” que proviene de su disco más reciente, luego prosigue “St. Charles Square” del mismo registro y así continúa una seguidilla de temas que nos va introduciendo en la performance de una banda que se destaca por su pulcritud en la interpretación, la calidad de sus composiciones y lo ecléctico también de su repertorio.
En la medida que sigue avanzando el cancionero, llegamos a “Beetlebum”, un tema que tiene más de 25 años (1997) y que la sigue rompiendo cuando sus acordes resuenan fuerte en el escenario. Con influencias de los Beatles y de las experiencias de Albarn con la heroína, se convirtió a mediados de los 90 en el número uno de las listas de UK Singles Chart.
Posteriormente vendrían “Coffee & TV”, “End of a Century”, “Country House” y “Parklife” que resulta tremendamente coreada por todos los asistentes. Canciones que también nos devuelven bruscamente a la era del decenio de los ’90 y que operan como una especie de trance análogo y bailable que escarba en nuestros recuerdos de dónde y cuándo las escuchamos por primera vez.
Porque mucho del repertorio de Blur, a estas alturas de su carrera ya es un clásico no solamente del britpop, sino también de la música británica. Por lo mismo, funciona como una cápsula del tiempo que nos conecta con viejas parrillas radiales que están en el recuerdo o con esos momentos en que sonaban como parte del playlist que salía de nuestros radiocasetes.
Además, que presenciar a Blur en los ’90 en directo, debe haber sido un privilegio que en Chile nunca pudimos disfrutar. Cuya visita sí estuvo alguna vez en agenda, pero que se truncó debido a tensiones políticas que existieron entre Chile e Inglaterra en 1999.
“Song 2”, en tanto, suena muy potente y la parodia al género grunge queda casi ignorada tras el emblemático y sarcástico coro “woo-hoo” que entona Damon Albarn. En la actualidad “Song 2” es una canción que pertenece plenamente al amplio repertorio de Blur, y parece tener más relación con una caricatura que retrata a la industria pop de la música que una verdadera burla al género que popularizara Kurt Cobain.
“Girls & Boys” le pone la cuota de baile al concierto, con un Damon muy eufórico cantando y entremezclándose estrechamente con las audiencias, para después, en la interpretación de “Tender” y “The Universal” colocar la respectiva maestría y entregarle un giro de más quietud al concierto. Blur deja eufóricos a los espectadores tras el final. Fueron 25 canciones en dos horas de música.
Por otro lado, el sábado 25 el público acude en masa a ver a Pulp, y los de Sheffield se adueñan de la jornada. Se trata de un espectáculo con matices poéticos y literarios, con visuales muy cuidadas, con un cargamento musical enérgico y con una teatralidad de Jarvis y la banda que agigantan su performance. La estética desde todos los ángulos es la carta magna de Pulp en cualquier escenario. Debe tratarse de uno de los mejores conciertos que ha pasado por Chile en décadas.
Antes de que comience “I Spy”, una gigantografía como telón de fondo nos indica que se trata del concierto 540 de Pulp y que además será una noche que nunca olvidaremos. Afirmaciones tan certeras como el talento que arroja la agrupación en cada una de las canciones.
“Disco 2000”, “F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E.”, “This is Hardcore” y “Do You Remember The First Time?” nos devuelven a los primeros tiempos y al menos retrocedemos 28 años con estas canciones. El ejercicio de evocar la memoria musical en cada composición es una dinámica tremendamente práctica que nos conecta con nuestras vidas pasadas.
“Common People” marca el final del concierto y la fiesta de Fauna Primavera. La presentación de Pulp tiene para algunos características épicas. Porque, además, Jarvis es un cantante lo bastante carismático para conectar fuertemente con su público. Obsequia galletas, chapitas, recuerda la pasada de Pulp por Chile en 2012 y hasta les da las gracias al final del espectáculo a sus fans de manera personalizada. Alta música sonó en Huechuraba este fin de semana.