Las grandes mentiras del fútbol chileno

No estamos hablando de jugadores que prometieron un gran rendimiento y terminaron convertidos en un fiasco, ni tampoco de futbolistas que en cada partido intentan sacar ventajas con diversas simulaciones. Nos centraremos en mentiras importantes, algunas de las cuales cambiaron el rumbo de nuestro fútbol. La escala está en orden creciente en importancia.

7.- La llegada de Alfredo Arias

El entrenador uruguayo fue sorprendido en una mentira que inmediatamente afectó la relación con sus jugadores, especialmente con los referentes de la U, que vieron escasa ética en su llegada. El técnico, en conferencia de prensa, afirmó que había aterrizado en Chile el miércoles 13 de marzo de 2019, pero una investigación de Fox determinó que Arias junto a parte de su cuerpo técnico arribaron un día antes para reunirse con Sabino Awad, el entonces gerente deportivo del club, cuando Frank Kudelka todavía estaba al mando del equipo.

“Venimos llegando, hablaremos mañana”, dijo Arias ese miércoles (el martes pasó la noche en el hotel que está en el aeropuerto).

Y en la conferencia de prensa de su presentación dijo: «Yo acepté venir cuando era inevitable la ida de Kudelka. Me dijeron que no sea como Beccacece. Pude haber rectificado, pero no lo hice». Pero cuando el tongo se descubrió, Alfredo Arias no tuvo más remedio que decir la verdad: “(mentí) por miedo a perder el trabajo».

Matías Rodríguez, uno de los experimentados del plantel, se refirió al episodio: “Obviamente a uno le choca, pero de qué sirve hablarlo con ustedes si no se lo digo a él primero… A nadie le gusta lo que sucedió, nadie lo esperaba. Por eso mismo lo dijo Johnny, le pedimos a Frank que siguiera, pero la decisión estaba tomada. No sé si era la mejor forma, pero se hizo y ya está. Ahora debemos adaptarnos rápido y apoyar al profe Arias».

Finalmente el equipo continuó con la curva descendente: de los 16 partidos que dirigió el uruguayo, Universidad de Chile ganó sólo cuatro. Una mentira que a la larga casi costó un descenso al cuadro universitario.

6.- El choque de Omar Labruna

El entrenador argentino también tuvo un episodio que a la larga le costó el cargo cuando dirigía Colo Colo, porque desde ese lamentable suceso el equipo bajó su rendimiento. El 18 de noviembre de 2012 Omar Labruna chocó su Audi Q7 con un taxi en la comuna de Las Condes, pero en un primer momento afirmó que la autora de la colisión había sido su esposa, María Alejandra Pesavento. Sin embargo, el estretago, al momento de elaborar la versión, dejó pasar un pequeño gran detalle: las cámaras de seguridad. La imágenes fueron elocuentes al demostrar que el vehículo de lujo tenía un solo ocupante: el técnico del equipo más popular del país. También se comprobó que la cónyuge llegó al lugar diez minutos después del accidente.

Luego de que se conociera la verdad, Labruna se vio obligado a reconocer su responsabilidad (sin las imágenes que se ventilaron probablemente jamás lo hubiese hecho): «Pequé de bobo. Fui un tarado. Mi mujer me lo dijo el primer día. Pensé que con un choque iba a perjudicar al club. Ya pasó y ahora tendré que asumir las culpas. Me haré responsable de lo que acontezca”.

“Me estoy haciendo cargo de una estupidez de mi marido», declaró la esposa del ex entrenador de Audax Italiano, al mismo tiempo que lo justificó: «Estaba muy metido en lo de Colo Colo, porque quería responder en el club».

Pero el episodio no finalizó ahí, ya que tres carabineros fueron dados de baja al comprobarse falta de rigurosidad en el procedimiento: consignaron en el parte policial la versión de Labruna. La investigación descartó un posible soborno a cambio de camisetas, aunque con tanta mentira ese “intercambio” no parece descabellado.

5.- La “muerte” del hermano de Emiliano Vecchio

El paso del ex gordo (ahora luce una figura mucho más estilizada) en nuestro fútbol será recordado por su innegable calidad técnica, por su sospechoso rendimiento cuando defendía a Colo Colo precisamente en el duelo que coronó campeón a Unión Española en 2013 (procuró generar el menor peligro posible al «Mono» Sánchez), y por una gran mentira: “mató” a su hermano para ausentarse algunos días y así poder viajar a Argentina.

En julio de 2012, mientras militaba en Unión, Vecchio solicitó permiso para viajar a Rosario a causa del lamentable fallecimiento de su hermano. Sin embargo, la prensa comenzó a indagar la verdad cuando se supo que el futbolista había sido separado del plantel.

«Viajé a Argentina por unos temas personales y porque mi hermano no está pasando por un buen momento» manifestó el jugador al ser consultado por su viaje, pero sin reconocer que lo había dado por muerto para conseguir la autorización.

El 28 de mayo de ese año, Vecchio contrajo matrimonio en Chile, pero faltaba una segunda fiesta en Argentina, la que se celebró cuando supuestamente estaba despidiendo a su hermano.

«Se hizo algo muy íntimo con la familia allá. Todo estaba previsto desde hace mucho tiempo. Habíamos cambiado la fecha varias veces por el tema del torneo. Ya no lo podíamos postergar más», reconocería posteriormente el futbolista, que estuvo varias semanas alejado del equipo por faltar a la verdad.

4.- Pasaportes falsificados

En 1979, nuestro fútbol fue protagonista de otro hecho vergonzoso. En el debut del Sudamericano Sub 20 de Paysandú (Uruguay), Chile cayó 6-0 ante Paraguay, pero en lugar de justificar la debacle con razones futbolísticas, la delegación nacional acusó que su oponente había alineado a futbolistas mayores a la edad permitida (19 años y 6 meses). Sin embargo, la investigación probó todo lo contrario: el equipo que había hecho trampa había sido la selección chilena y no la guaraní.

En la investigación se cruzaron los datos de algunos jugadores presentes en el anterior sudamericano disputado en Venezuela, y por ejemplo, las fechas de nacimiento de Mariano Puyol y Edgardo Fuentes no coincidieron con las del evento de Uruguay `79.

El entrenador Pedro García había trabajado en la preparación del certamen con nombres como Marco Cornez, Héctor Hoffens, Fernando Astengo y Patricio Yáñez, pero también realizó otra convocatoria con futbolistas en ese entonces de mayor renombre, como Roberto Rojas, Raúl Ormeño, Juan Carlos Letelier, Osvaldo Hurtado, Edgardo Fuentes, Mariano Puyol, Francisco Ugarte y Osvaldo Vargas, entre otros. En total hubo una modificación de 17 jugadores y sólo uno de toda la delegación original (más tarde se sumaron Fernando Astengo y Óscar Meneses) cumplía con la edad permitida: José Luis “Pelé” Álvarez.

Luego de la estrepitosa caída en el debut se ventiló el primer escándolo: con la excusa  de llevar cartas al correo para mantener comunicación con sus familias, muchos jugadores chilenos se fueron directo a un prostíbulo. Pero para que ese motivo no pareciera la real causa de la vergonzosa derrota, los propios futbolistas ventilaron sus suspicacias de las supuestas edades adulteradas de los paraguayos. 

Por esos años el fútbol chileno era dirigido por el General de Carabineros Eduardo Gordon, quien se lavó las manos y acusó total desconocimiento de una organización que involucró a personal del Registro Civil y que tuvo firmas falsificadas de los deportistas que figieron ser menores de edad, pues requerían la autorización de sus padres para salir del país (en ese entonces la mayoría de edad se cumplía a los 21 años).

Al regresar, los jugadores fueron detenidos y llevados a la Penitenciaría para comenzar la investigación. Pedro García fue condenado a mil 84 días de reclusión por el delito de falsificación de instrumento público y pasaporte. Pronto los deportistas se reinsertarían al fútbol y el entrenador 22 años después volvería a dirigir a La Roja, esta vez adulta, para ganarle en un amistoso al equipo campeón del Mundo, Francia, y perder en la misma semana de local con Venezuela, nuestra primera caída oficial ante la Vinotinto.

3.- Los árbitros y la Polla Gol

En 1986, un reportaje de Informe Especial destapó una red de arreglo de partidos para favorecer a ciertos apostadores de la Polla Gol, juego de pronósticos deportivos que por esos años vivía su momento de apogeo. En lo concreto, uno de los árbitros de primera división, Víctor Ojeda, era también dueño de una agencia de juegos de azar, la que tuvo la única cartilla ganadora el fin de semana en que el débil Ñublense había derrotado al poderoso Colo Colo, el que resultaría campeón al cabo de esa temporada.

¿La particularidad? El árbitro de ese encuentro fue Víctor Ojeda, dueño de la agencia que tuvo la única cartilla ganadora.

Guillermo Muñoz, el periodista a cargo del reportaje emitido por TVN, comentó detalles de la investigación: “Rafael Hormazábal se me acercó para conversar sobre este tema. Habló en el Informe Especial sobre cómo a él y a otros árbitros les habían pedido arreglar algunos partidos. Eso lo fui recabando y contrastando con otras fuentes. Finalmente, aquel programa que pretendía ir a la filosofía y motivación de los árbitros terminó transformándose en un programa enfocado en esta supuesta red destinada a manipular partidos claves, para luego embolsarse grandes sumas de dinero”.

El escándalo no tuvo mayor repercución; de hecho, Ojeda siguió dirigiendo al igual que el resto de los involucrados. Años más tarde se supo que el seudónimo de la cartilla, OREMA, correspondía a las primeras sílabas de los apellidos de los tres principales involucrados: Víctor Ojeda (árbitro y dueño de la agencia de Polla Gol), Adolfo Reginato (Presidente del Comité de Árbitros) y Alberto Martínez (también referí).

La investigación fue profundizada por los periodistas Juan Cristóbal Guarello y Luis Urrutia O’Neil, en el libro Historias secretas del fútbol chileno: “De acuerdo a lo que planteaban muchos árbitros, si ellos lograban manejar tres partidos claves, haciendo caer a los grandes favoritos, se iban al agua millones de cartillas”.

2.- Sergio Jadue

Si bien la historia de nuestro fútbol cuenta con muchos dirigentes corruptos (un ejemplo: los que se robaron Deportes Concepción), el que a través de mentiras y engaños se queda con el primer lugar de los directivos nacionales menos éticos es sin duda Sergio Jadue. Un informe elaborado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos estableció que el ex   Presidente de la ANFP recibió para sus bolsillos $1.546.500 de dólares, entre 2014 y 2015.

Se le recuerdan frases célebres como “Yo tengo las manos limpias, no sé ustedes” y “Yo no he tirado la manos”. Todo frente a una prensa obsecuente que lo eligió como el Mejor Dirigente del año 2013, de acuerdo al Círculo de Periodistas Deportivos (galardón que a fines de 2015 se le retiraría).

Jadue hizo de la mentira su principal herramienta de enriquecimiento, aceptando sobornos y engañando a quién se le cruzara por su camino. Ahora, su cobardía (se transformó en soplón), lo mantiene con la esperanza de recibir una condena menor a la merecida y disfruta la vida en Miami.

1.- El corte de Roberto Rojas

No sólo se trata de la mayor mentira del fútbol chileno, sino que también figura entre los principales escándalos del deporte mundial. El 3 de septiembre de 1989, en el último encuentro de las Clasificatorias para Italia ’90, frente a Brasil, el arquero chileno, coludido con otros integrantes de la delegación nacional, intentó engañar al mundo cortándose el rostro con un bisturí, luego de que una bengala cayera muy cerca suyo. El equipo, engañado por su capitán abandonó el terreno de juego, decisión que le costó a Chile la exclusión del siguiente proceso clasificatorio.

El 26 de mayo de 1990, Rojas concedió una entrevista pagada a La Tercera, donde confesó lo que ya todos sospechaban: “Soy culpable”.

El futbolista, que por esos años brillaba en el Sao Paulo, nunca más jugó al fútbol tras una sanción que sólo fue levantada simbólicamente años después.

Bonus Track

La luces rojas de Mac Iver 175

La noche previa al viaje a Argentina, donde se disputaría el Mundial Sub 20 de 2001, los jugadores chilenos gozaban de su último día libre y decidieron ingresar a un sauna, que en realidad era un prostíbulo. Carabineros allanó el lugar, ya que se trataba de un espacio clandestino, llevándose detenidos a los jugadores Jaime Valdés, Rodrigo Millar, Mario Salgado, Hugo Droguett, Roberto Ordenes, Daniel Campos, Sebastián Pardo y Joel Soto.

La explición que dio “Pajarito” Valdés a la prensa pasó a la historia: «Vimos unas luces rojas, nos detuvimos y se nos acercó una señora que nos metió conversa. Nos metimos al local para no estar afuera. Pasaron unos 15 minutos y llegó Carabineros».

Los jugadores no fueron reemplazados y Chile vivió un verdadero papelón en el Mundial: goleadas y eliminación en primera fase.