Mosca de la fruta: SAG alerta por ingreso ilegal de frutas

Aumento de focos en el norte mantiene en alerta al país y podría poner en riesgo la exportación de cultivos esenciales para la economía chilena.

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Por Cristián Carrión
Actualizado el 9 de mayo de 2025 - 6:00 pm

Chile es un país libre de la mosca de la fruta, pero no puede confiarse / Foto: ARCHIVO

Chile, reconocido desde 1995 como territorio libre de mosca de la fruta, enfrenta un escenario preocupante tras el aumento sostenido de focos de la mosca mediterránea, especialmente en las regiones del norte.

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) advierte que mantener ese estatus es clave para asegurar la exportación de frutas frescas a mercados exigentes.

Actualmente se contabilizan 26 focos activos en diversas regiones, con mayor concentración en Arica y Parinacota, donde se localizan doce.

El jefe de la División de Protección Agrícola, Marco Muñoz Fuenzalida, explicó que este incremento está directamente relacionado con el contrabando de frutas en la zona norte, una práctica que facilita el ingreso de la plaga al país.

Contrabando y cambio climático: combinación crítica

Muñoz detalló que además del ingreso ilegal de frutas, factores como la migración, el turismo y el cambio climático han favorecido la propagación de la mosca mediterránea. “Estamos viendo un aumento en el ingreso de productos tropicales que son altamente susceptibles a esta plaga. Esos productos llegan con la plaga y generan focos”, afirmó el experto.

El contrabando no sólo eleva el riesgo sanitario, sino que también genera una presión constante en las zonas fronterizas. “Es como tener la casa limpia y los vecinos llenos de basura. Esa presión termina afectando”, advirtió Muñoz, en referencia a la situación sanitaria de los países vecinos.

Estrategias para contener la plaga

El SAG ha intensificado las medidas de control, incluyendo nuevos puntos de inspección con equipos de rayos X y brigadas caninas para detectar productos agrícolas ilegales.

Según Muñoz, estas acciones han logrado reducir significativamente las cantidades incautadas, pero aún persisten riesgos: “Algunos ejemplares siguen ingresando, por eso cada hallazgo activa un protocolo de erradicación inmediato”.

Ese protocolo implica monitoreo intensivo con trampas, retiro de frutas afectadas en un radio de 200 metros, aplicación de insecticidas en el suelo y cuarentenas para restringir el movimiento de productos agrícolas desde las zonas comprometidas.

La comunidad, pieza clave en la prevención

El jefe de Protección Agrícola subrayó la importancia de la colaboración ciudadana para contener la plaga. “Necesitamos que las personas permitan el acceso a sus viviendas para instalar trampas, recolectar muestras y realizar tratamientos. Sin ese apoyo, no podemos avanzar”, enfatizó.

Entre las técnicas aplicadas por el SAG está la liberación de insectos estériles para interrumpir el ciclo reproductivo de la mosca. Muñoz aseguró que la experiencia acumulada en campañas anteriores da confianza para enfrentar la emergencia: “Siempre hemos logrado erradicar los focos y confiamos en que esta vez no será la excepción”.

Cada foco representa una amenaza directa a las exportaciones chilenas, ya que mercados como Estados Unidos y China exigen que los cultivos estén libres de la plaga en un radio de hasta 27 kilómetros para autorizar los envíos. Perder ese estatus podría traducirse en pérdidas millonarias para el sector agrícola nacional.