Vientos y lluvias llegarán a la capital esta semana

Un sistema frontal con lluvias y fuertes ráfagas afectará a la Región Metropolitana desde la noche de este miércoles, como parte del llamado “tren de lluvias” que se extenderá por casi diez días en el centro y sur del país.

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Por Cristián Carrión
Actualizado el 9 de junio de 2025 - 1:03 pm

A prepararse para un frente de mal tiempo / Foto: ARCHIVO

Desde la noche de este miércoles 11, la Región Metropolitana comenzará a sentir el impacto del sistema frontal que traerá consigo lluvias y vientos de alta intensidad. Según Meteorología y Meteored, las rachas podrían superar los 50 km/h, generando potenciales riesgos en sectores urbanos, especialmente en las provincias de Talagante, Maipo, Melipilla y Chacabuco.

El evento forma parte del denominado “tren de lluvias”, fenómeno que podría prolongarse por más de una semana entre las regiones de Aysén y Coquimbo.

En la capital se anticipan hasta seis días con precipitaciones continuas, acompañadas por ráfagas que podrían causar caída de ramas, cortes de energía y desplazamientos peligrosos en calles y avenidas.

Sectores más afectados y horarios

El ingreso del sistema comenzará en las zonas costeras del centro-sur, incluyendo Valparaíso, San Antonio y Pichilemu. Posteriormente avanzará hacia la Región Metropolitana durante la tarde-noche del miércoles. “Ya con vientos sobre los 30 km/h hay afectación, y habrá sectores donde podrían superar los 60 km/h”, advirtieron especialistas.

Además, se alertó sobre posibles rachas más intensas en áreas cercanas a los cauces cordilleranos, por influencia de los ríos que descienden desde Los Andes.

Lluvias activas desde la madrugada del jueves

La Dirección Meteorológica anunció que las primeras precipitaciones caerán en la madrugada del jueves 12, prolongándose con chubascos débiles hasta el viernes. Aunque la intensidad bajará durante la tarde del jueves, las condiciones inestables mantendrán lluvias intermitentes que podrían prolongarse durante el fin de semana.

Se recomienda precaución al conducir, asegurar techumbres, y evitar actividades al aire libre en sectores expuestos a ráfagas, mientras las autoridades mantienen vigilancia ante posibles cortes de suministro o anegamientos localizados.