“Volar en mil pedazos y ser feliz”: desclasificamos “Fome” de Los Tres (Parte II)

A finales de los 90 se publicó uno de los discos que probablemente se ha considerado como uno de los más emblemáticos del rock chileno de esa década y también de su historia: “Fome”. Producido y grabado entre montañas y rascacielos neoyorkinos, contó con la colaboración del experimentado ingeniero Joey Blaney, quien trabajó meticulosamente en junto a Los Tres en cada uno de los detalles de este registro análogo. En esta crónica de cuatro capítulos te contamos sobre esta gesta noventera del rock penquista:
Por RODRIGO CABRILLANA / Foto: ARCHIVO
(relato basado en el libro “Estallar en mil pedazos y ser feliz”)
Capítulo II: La intensidad de “Fome”.
Regresemos a Los Tres, quienes ya instalados en el estudio A y con la mítica consola análoga, Neve 8088, que perteneció en sus orígenes a The Who, y que capitanea Joe Blaney, comienzan a dar vida a cada una de las canciones de “Fome”, donde en especial “Bolsa de Mareo” va a despuntar por el torbellino sonoro de guitarras y el beat de batería que sobresalen del tema.
De hecho, el beat es el mismo de “Tomorrow Never Knows”, la canción que cierra “Revolver” de los Beatles, y que Henríquez le pidió a Molina que reprodujera tal cual en la grabación del tema. Encima, el riff de la canción que contiene tres notas en el coro “Volar en mil pedazos y ser feliz”, está grabado por Ángel Parra aplicando técnicas de distorsión y trémolo, pero también con dinámicos amplificadores y buenas guitarras.
Composición que también destaca por el lap steel que interpreta el mismo guitarrista, lo que además era una novedad para esos años, porque eran muy pocos en Latinoamérica los músicos que utilizaban recursos sonoros como aquel para integrar a un registro discográfico.
Es más, “Bolsa de Mareo” suena con esa energía descomunal en sus guitarras, porque Claus al momento de calibrar la guitarra de Ángel, le desafinaba las cuerdas para esa canción, dejándole solamente la quinta y la sexta en el tono requerido.
Entonces, al interpretar Parrita la totalidad de los riffs y los solos que son parte del tema, prácticamente esa modalidad era la que rompía con el sonido y hacía todo tan intenso, que sumada a la agria letra que canta Álvaro, convertían francamente a “Bolsa de Mareo” en una implacable pieza de rock alternativo y moderno.
LOS TRES LA ROMPÍAN…
Y es todo tan potente y feroz en la composición, que hasta el videoclip que graba la banda con el director Germán Bobe toma ribetes de experimental. Registro que se realiza en los interiores y en el helipuerto del edificio de la CTC que por esos años recién se inauguraba, y también en una piscina techada que se encuentra en Valparaíso.
En el videoclip grabado en 35 mm, Álvaro, Titae, Ángel & Pancho adoptan distintas y controvertidas personalidades, las que se encuentran coexistiendo en los límites de su entorno, y los que vivencian distintas y extrañas circunstancias que tanto la banda como Germán van evidenciando en el registro audiovisual.
Un Álvaro que se lanza inclemente con su guitarra a la piscina, Titae que disfruta con su harén de señoras mayores, Ángel que corre desapaciblemente con su pistola y Pancho que recorre confusamente los recónditos espacios de un escondido edificio. A eso sumarle el inicio del clip, cuando la banda en una escena surrealista comienza tocando bajo unas regaderas, en una toma original que Bobe quería grabar en un plano con Los Tres tocando al descubierto.
El fin del registro exhibe a la agrupación interpretando “Bolsa de Mareo” en diferentes planos arrojados contra los cielos de Santiago de Chile.
Pero la importancia de “Bolsa de Mareo” radica en que es el primer sencillo de “Fome”, y que sonaría al unísono en todas las radios juveniles y anglo de Chile, el día 6 de junio a las 11:00 horas. En una gran cadena de emisoras que estarían apoyando el lanzamiento del nuevo disco de Los Tres.
TOCO FONDO
Entre tanto, otras canciones del disco también tienen sus historias, y es importante destacarlas porque son la muestra de la heterogeneidad de estilos que resulta ser “Fome”. “Toco Fondo”, por ejemplo. tiene su origen en una historia que sucede en las costas de México, cuando Pancho Molina y Álvaro Henríquez se encuentran haciendo buceo con snorkel. Y, de hecho, descendiendo al fondo marino, tanto el baterista como el compositor principal de Los Tres se enfrascan en un juego de palabras en que manifiestan tocar fondo y el que sería un muy buen título para una canción del próximo disco de la banda.
Y aunque Claus afirma que se trata de uno de los malos momentos de Álvaro, en tocar fondo, y que es llevado a una composición, el relato de inmersión proporcionado por Molina parece ser un buen argumento para introducirnos en esas imágenes sublimes que se desprenden de la canción.
OLOR A GAS
En tanto, “Olor a Gas”, otro de los singles fundamentales del disco, es una canción de líricas abstractas y que esconde una particular historia de la casa de calle Sucre de Álvaro Henríquez. Donde efectivamente había escape de fluidos de gas y donde más de uno de sus habitantes temporales estuvo en peligro por ello. La canción está dedicada a Pedro Caparros, ex cuñado de la voz principal de Los Tres, y tiene como componente musical, nuevamente el uso del lap steel de Ángel Parra, que vuelve a descollar en este registro.
Parrita de hecho, admira en demasía a músicos como Speedy West y además hubiera querido aprender mucho más, incorporando incluso el pedal steel a estos registros.
Por eso es que, cuando compra en Lap Steel en Los Ángeles, en una gira de Los Tres con “La Espada & La Pared”, lo hace con un eficaz método, que le facilita aprender de la mejor forma su funcionamiento y su trabajo con todo tipo de escalas.
De hecho, lo que sobresale en “Olor a Gas”, es que Ángel participa de su composición inicial con 3 o 4 acordes, lo que no es común en Los Tres, ya que la mayoría de los temas están registrados por la dupla Henríquez-Lindl.
Un tema que también deslumbró a James Brown cuando lo escucha por radio en una visita a Chile a fines de 1997, destacando, sobre todo, la participación de la batería interpretada por Pancho Molina. Los Tres dominaban el panorama intensamente.
Es más, el video de Germán Bobe es registrado en unos baños turcos de la calle Miraflores, desarrolla una temática bastante subterránea en relación a la canción, está filmado en blanco y negro, con una película de 16 mm y su protagonista es la fallecida actriz chilena-argentina, Marés González. La gracia que tenía cada uno de los clips de Germán, es que se generaba una obra audiovisual totalmente paralela a lo que Los Tres estaban haciendo en el campo de la música rock.