Gerardo Silva, el entrenador que salvó a General Velásquez del descenso

El DT asumió en el equipo cuando estaba antepenúltimo en la Segunda División Profesional y con el riesgo de bajar a Tercera A. Sin embargo, el elenco mejoró su rendimiento y terminó noveno en el torneo.

Por PEDRO LIENQUEO / Foto: ARCHIVO

Gerardo Silva actualmente es el entrador de General Velásquez y llegó al equipo en un momento complicado en el torneo de Segunda División Profesional: estaba con riesgo de descender a Tercera A.

Al momento de asumir, el cuadro de San Vicente de Tagua-Tagua estaba antepenúltimo, con 15 puntos, pero con el tiempo, logró levantar a sus dirigidos y terminaron novenos con 29 unidades, zafando de caer al amateurismo.

Eso sí, tuvo que lidiar con algunas complicaciones, como las lesiones de algunos jugadores importantes, como Eric Pino y Matías Moya. Aun así, destaca que «el grupo humano es bastante interesante, unido y trabajador. Se adaptaron bien a las pocas condiciones que había y hubo una excelente respuesta de los jugadores».

Silva accedió a conversar con El Ágora sobre su trabajo en el equipo de la Región de O’Higgins y de su experiencia como DT en varios equipos, como Deportes Copiapó, O’Higgins y Petroleros de Bolivia.

– ¿Cómo se gestó su llegada a General Velázquez?

«Soy un técnico de la zona, vivo en Rengo. Todo el mundo me conoce y sabe lo que he hecho en el fútbol desde hace largas temporadas. Y el club me vio como una alternativa porque no les estaba yendo bien. El rendimiento del equipo, cuando asumí, era de un 30% y tenían muchas dificultades en lo logístico».

– ¿Con qué plantel se topó en lo anímico y deportivo?

«Me encontré con un equipo anímicamente bastante complicado, que tenía que ver con la precariedad para entrenar, no teníamos campos deportivos apropiados. Además, los resultados no se estaban dando y como en el club existe poca plata de inversión, no se pudo llevar a un refuerzo, por lo tanto, se tuvo que tomar al equipo en las condiciones que estaba».

– ¿Continuará en General Velázquez para la siguiente temporada?

«Hemos ido conversando con los dirigentes y he tenido una buena relación con ellos. A mí me gusta competir, no estoy para participar. He dirigido a cinco equipos en esta categoría. Quiero continuar, me gusta la idea, pero claramente hay que mejorar un montón de cosas para poder competir».

– Usted fue campeón con Deportes Copiapó (Tercera A en 2002 y Segunda División en 2012). ¿Qué le ha parecido el crecimiento del equipo nortino que hoy está por primera vez en Primera División?

«Tuve dos pasos importantes en la institución. En 2002 llegué a la Tercera División y en esa época no existía la Segunda División Profesional, por lo tanto, el equipo campeón subía directamente a Primera B y nosotros lo conseguimos. Había un club bastante bien armado desde la estructura, había un equipo que quería ascender y tenía los recursos para hacerlo. Luego, en 2003, estuvimos peleando en mitad de tabla, y en 2004 jugamos la liguilla por el ascenso. En 2012 volví, y conseguimos subir a Primera B. Después de eso el equipo luchó para estar en Primera División y finalmente lo logró. Este año tuvo un comienzo dubitativo, pero pudo afirmarse con Ivo Basay y, por el momento, se está escapando del descenso. Me alegro mucho por ellos, porque es una ciudad hermosa y pujante».

– Usted alcanzó a dirigir en Bolivia y pudo conocer el fútbol de ese país. ¿Por qué cree que siguen estancados y no logran dar un salto?

«Dirigí a Petroleros, del Chaco boliviano, que venía descendiendo de la Primera División y llegó a una segunda categoría que allá es, prácticamente, de aficionados, porque existe una categoría profesional que es la liga y más abajo se juega por departamentos y los campeones juegan la Copa Simón Bolívar para definir los dos ascensos. En la etapa departamental fuimos vicecampeones, clasificamos, pero después retorné a Chile por las diferencias que tuve con los directivos. Sobre la situación del fútbol de ese país, el torneo no es competitivo y no está tan bien auspiciado como el fútbol chileno, que hoy tiene la plata de la televisión. Allá es más bajo el ingreso económico y no tiene una segunda categoría profesional. Deben mejorar en su estructura, necesitan mucha inversión para mejorar la liga y las divisiones menores, que se juegan como si fueran torneos amateurs.

– ¿Qué recuerdos tiene de ese O’Higgins que subió a Primera División en 2005?

«El equipo en ese año estaba quebrado en el económico. Se estaba produciendo el cambio administrativo y la venta a la familia Abumohor. En ese proceso, me tocó reemplazar al técnico de turno y logramos jugar la liguilla ante Deportes Melipilla, que tenía a jugadores como Ítalo Díaz, Maximiliano Zanello, Alejandro Carrasco y Rodrigo Barrera. Nosotros igual teníamos lo propio con Luis Medina, Mario Núñez, Hugo Brizuela y varios otros importantes que estuvieron a la altura y con jerarquía».

– ¿Le gustaría volver a dirigir en Primera División?

«Me encantaría. Me siento mejor preparado que cuando tuve la oportunidad en el 2009 en O’Higgins. Los resultados ahí fueron buenos para ser mi debut en la categoría. En esa oportunidad asumí en un equipo que no veía bien y tuve que reemplazar a Jorge Sampaoli. Yo esperaba seguir al año siguiente, pero no se dieron las cosas y los dirigentes no me dieron la oportunidad de continuar. De ahí en adelante, no he vuelto a dirigir en Primera y creo que tengo las competencias y capacidades, y no pierdo la esperanza de volver».

– ¿Existió alguna cercanía con un club de Primera?

«En algún momento, pude ir a un equipo de primera división de Bolivia, pero acá en Chile nada. La verdad es que el mercado chileno está bastante saturado, está complicado para llegar a Primera División. Hay que subir con un equipo nuevamente, de lo contrario es muy difícil».