Irak advierte que se mueren los ríos Tigris y Éufrates

El primer ministro pidió una intervención internacional urgente para ayudar a su país a superar la crisis.

Por ANDRÉS ALBURQUERQUE / Fotos: ARCHIVO

El primer ministro iraquí, Mohammed Shia’a al-Sudani, pidió una intervención internacional urgente para ayudar a su país a superar la grave crisis de los históricos ríos Tigris y Éufrates, que “se mueren por la sequía”.

Shia’a al-Sudani dijo que que el país está contemplando la posibilidad de desarrollar un proceso a gran escala de desalinización para combatir la crítica situación, pero que para eso necesita colaboración.

Las acciones requieren de esfuerzos de “todos los amigos para ayudar a Irak a garantizar su seguridad hídrica y el futuro de sus generaciones”, agregó el dirigente durante la tercera edición de la Conferencia Internacional del Agua de Bagdad.

Afirmó, asimismo, que la escasez del vital líquido es una amenaza para la cultura y la civilización y una amenaza para las fuentes del Tigris y el Éufrates.

El gobierno iraquí anunció en marzo pasado que este asunto requería un diálogo diplomático directo y en los más altos niveles.

 

Irak le otorga un carácter internacional, al adherirse a los acuerdos internacionales para fortalecer la posición negociadora del país y contribuir a resolver esa grave crisis, que afecta a un gran porcentaje de las tierras agrícolas y otros sectores.

El Tigris y el Éufrates -situados entre Irak y Turquía, antigua Mesopotamia- son dos de los ríos más emblemáticos por los cuales se fundaron y derribaron civilizaciones, e incluso estallaron guerras.

Sus nombres están plasmados en la Biblia por ser un referente de la región. Diversas poblaciones han querido asentarse en sus riberas, fecundas a lo largo de la historia. Pero en los últimos años, sus afluentes lucen disminuidos. La sequía, el cambio climático y el mal uso de sus aguas atentan contra la opulencia de los ríos.

El Éufrates nace en Turquía, pero fluye a través de Siria e Irak. El río se une al Tigris antes de desembocar en el Golfo Pérsico. Tiene aproximadamente 2.735 kilómetros de largo y es el más extenso del oeste de Asia.

La escasez de agua afecta a la agricultura y a la seguridad alimentaria. Según estadísticas oficiales iraquíes de 2022, el nivel del Tigris que ingresa a Irak se ha reducido a apenas el 35% de su promedio durante el último siglo. Mientras, el vocero del Ministerio del Agua, Khaled Chamal, indicó que Irak está recibiendo sólo el 30% del agua que esperaba del Tigris y el Éufrates.

Por esto, Irak pide regularmente a Turquía que libere más agua. E impone medidas para racionar el agua para agricultores y el uso doméstico.